Rafael del Barco Carreras
Barcelona 30-06-2012. En parte estoy de acuerdo, podemos estar contentos, anteayer se arrinconó el fatídico fantasma de la NUEVA
PESETA, nuestros gobernantes no utilizarán a su capricho la máquina de imprimir
billetes. Y algo tan o más FATÍDICO; en teoría en un próximo futuro será
imposible que bandas de verdaderos estafadores gobiernen cajas de ahorros ¡y hasta
el Banco de España! abriéndose pólizas ilimitadas a inmobiliarias quebradas o
sin garantía, repartiéndose millones a mansalva vía sueldos o planes de pensiones y contratos blindados, o manteniendo y subvencionando inútiles y extraños entes o
corporaciones.
Por lo demás mañana se sube la LUZ, o sea, el estropicio de
UN BILLÓN Y LARGO PICO de “deuda pública” y “deuda financiera” se deberá pagar
a cargo de TODOS… lo que sigue siendo una entelequia. Tan entelequia como la
del CRECIMIENTO.
Leo que la subvencionada prensa catalana comparte y se alegra de que España e Italia “ganen”. Lo único que se gana es que el
batacazo del impago de la masa de deuda no se inicie DE INMEDIATO, pero la
posibilidad de MÁS DEUDA a cuentagotas, único remedio, tampoco es como para echar cohetes.
Es de suponer que la alegría de la Generalitat, transmitida
por sus órganos publicitarios, se centra en que este verano se renovarán deudas
y se pagará la nómina con las “transferencias”, puesto que el DÉFICIT continúa
creciendo, del Estado Central, que a su vez, metido en 17 pozos sin fondo, las
recibirá de la EUROZONA. Y por más que algún recalcitrante asegure que el
traspaso de SOBERANÍA de Madrid a Bruselas es bueno para la hipotética
Independencia de Catalunya, no veo más que el más angelical de los
romanticismos para mantener el argumento, considerando que en París la
Catalunya Nord produce sarpullidos, y en Berlín el cuento de 1714 es intragable…
antes de que no se liquiden TODAS las deudas españolas, o sea... nunca.
Cataluña, con o sin grandes sueños de Independencia, deberá
reajustar 32 años de estropicios y desfalcos, enderezar la anárquica
construcción de una Generalitat organizada por un charlatán y sus corruptos
secuaces expertos en quiebras, rematada por un TRIPARTITO de desaforados tras
el enchufe y dietas, y liquidar decenas
de miles de millones escondidos en los ACTIVOS de sus fusionadas cajas de
ahorros, o sin “subasta” por su podredumbre, CatalunyaCaixa.
Sinceramente no creo que nadie lo vea sencillo, en Barcelona
estamos como antes del viernes, pero con el pastel encima de la mesa, y por
suerte por mucho que LA GRAN CORRUPCIÓN “catalanista o socialista” haya
intentado que cuanto “peor mejor”… el próximo futuro no ha mejorado ni para el
corrupto sistema… ni para los catalanes.
LA VANGUARDIA
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EL MUNDO
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EL
PERIÓDICO
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Y POR
Conocimiento, saber... ¿Premio o castigo?
Aunque
la sabiduría china (posiblemente la más vieja de la humanidad “actual”)
nos dejara la alegoría de “los tres monos”, que tapándose la boca, los
oídos y los ojos; nos aconseja... “no ver, no oír y menos hablar”; cosa
imposible de hacer, para aquel humano que tiene un mínimo de
inquietudes, el que si no hiciese uso de los sentidos de que fue dotado,
terminaría por... “reventar o explotar”. Aunque en la sabiduría
posterior de los griegos, aquel sabio dijera a sus discípulos...
“Observad que los dioses, os dotaron con dos orificios para oír, dos
ojos para ver, tres orificios para respirar y el resto de órganos
vitales, dotó a vuestros cuerpos con doble dotación (pulmones, riñones,
brazos, piernas, testículos...?) sin embargo sólo os fue otorgada una
sola boca y en ella una sola lengua... luego la sabiduría divina, no le
dio más importancia a la palabra que a la vista y al oído... por tanto
es mucho más vital el ver y oír que el hablar”.
Pero
al final y contradiciendo algunas de estas enseñanzas; lo que más
estimula al ser humano, es el saber... el saber cada vez más. No sabe ni
para el qué de ello (salvo el que envenenado por la posesión de la
materia vive sólo y para ella) y llega a la triste o real verdad, de que
posiblemente la mejor vida del planeta, aún esté en las selvas
amazónicas, en esas comunidades (pocas ya) que aún viven... “su vida
virgen y natural”; puesto que lo opuesto, ya lo dijo el Maestro
Sócrates, con aquella lapidaria frase de que... “sólo sé que no sé
nada”; la que se seguirá escribiendo por un larguísimo futuro.
Aunque
ya he leído muchísimos libros que confirman “ese saber que no sabemos
nada”; uno de ellos el de Jean-François Revel: “El conocimiento Inútil”
(el que recomiendo su lectura); pero hoy les copiaré un texto bastante
sorprendente y cuyo autor es un ingles nacido en Palestina, en 1933: se
trata de Theodore Zeldin y el texto lo extraigo de su libro “Historia
íntima de la humanidad”; dice así:
“El
cuarto camino es el de la búsqueda del conocimiento. La idea de la
existencia de algo que puede adquirirse es una concepción reciente:
durante la mayor parte de la historia, el conocimiento ha sido raro y
secreto y este legado esotérico, con sus sueños de dominio y misterios,
pervive en la jerga con la que se protege cualquier profesión1. El conocimiento sigue siendo una serpiente que se muerde su propia cola.
Entre
los siglos V al XI, aproximadamente, la India abarcaba casi la mitad de
la humanidad y acumulaba suficientes conocimientos como para disponer
de los mejores alimentos y prendas de vestir del mundo: quienes buscaban
un nivel de vida mejor la envidiaban e intentaban obtener una parte de
su algodón, de su arroz y azúcar. De la India salió, quizás, el
científico más importante de todos los tiempos, el matemático anónimo
inventor del sistema de contar con nueve dígitos y un cero.2
Y, sin embargo, el hinduismo enseñaba que el único conocimiento
realmente importante era el que suprimía el deseo y demostraba que el
individuo era un cúmulo de ilusiones: el conocimiento, recalcaba, no
abolía el sufrimiento. De modo similar, China, la primera civilización
tecnológica, a pesar de congregar un ejército de un millón de hombres
bajo la dinastía Sung (960-1279) y haber desarrollado la mayor industria
mundial del hierro, capaz de producir 16 millones de puntas de flecha
de ese metal, se encontró con que muchos de sus ciudadanos más capaces
adquirían el conocimiento, sólo para aprobar unos exámenes y memorizar
las normas del gobierno3.
El aprendizaje ha degenerado una y otra vez en repetición, duplicación y
aturdimiento mental. Y los árabes cuya ciencia hizo posible el
descubrimiento de América y que fueron los primeros en darse cuenta de
que el conocimiento es un empeño esencialmente internacional, que
crearon la primera academia de traductores del mundo en el siglo IX bajo
la dirección del doctor Hunayn, un hombre muy viajado, y que hicieron
del Bagdad de su tiempo uno de los centros mundiales de debates
intelectuales, acabaron, no obstante, exhaustos y exasperados por los
conflictos del conocimiento y reprimieron la curiosidad durante muchos
siglos.
Podría
parecer que Occidente tardó tanto en descubrir los goces del
conocimiento porque, tras la pirotecnia intelectual de lo griegos, el
cristianismo colocó la caridad por encima de todas las virtudes: aunque
tuviera el conocimiento para mover montañas, decía san
Pablo, sin amor “no soy nada”. Lutero llamaba a la razón “la puta del
diablo”. Pero otros adoptaron la misma actitud, y hasta los chinos, que
veneraban la erudición, tenían entre ellos a los taoístas, para quienes
la adquisición del conocimiento conduce a la perdida de la felicidad.
Es
posible disfrutar de un viaje gratísimo en busca del conocimiento, pero
es probable que nuestro tren se vea desviado a un apartadero y,
olvidándose de su destino, se niegue a seguir avanzando. La búsqueda del
conocimiento por el conocimiento es otra manera de evitar tener que
decidir para qué se quiere. Parwin Mahoney no tiene dificultades en
encontrar alumnos deseosos de aprender idiomas, y lo que hagan con ese
conocimiento será cosa suya, pero ella misma sabe, como todos los
comerciantes profesionales de conocimiento, que no basta con conocer”.
Y
hasta aquí ese interesante texto, que aún leyéndolo muchas veces, al
final nos deja, en la encrucijada en que siempre se ha encontrado aquel
que quiere saber más... pero ya digo... “ese veneno nace con nosotros,
al menos con aquellos que quieren saber y cuanto más... ¿mejor o peor?”
Dejémoslo estar y que cada cual obre según crea... Puesto que al final
se puede llegar a aquella lapidaria sentencia que atribuyen a Lenin...
“¿Libertad... para qué? Y la que si cambiamos la palabra libertad por la
de sabiduría o conocimiento... pues...?
Finalmente
y como “lenitivo o consuelo”; busco en mi archivo y veo y leo las
reflexiones de una mujer que ha cumplido en este mísero planeta, la
venerable edad de 103 años y que a pesar de ello, se mantiene en una
lucidez y serenidad admirables... fue un obsequio que recibí y que
comparto con mis lectores; ya me dirán lo que les parece todo este “gran
ladrillo”, fraguado por mí en esta misma mañana: Ver vídeo pulsando
aquí: UNA PREMIO NOBEL QUE CON 103 AÑOS PIENSA Y HABLA CON GRAN LUCIDEZ: RITALEVI-MONTALCINI_.pps
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más)
1
Recordemos como principales el cómo escriben los médicos, también los
farmacéuticos, que pareciera “un idioma extranjero y en el que sin
embargo ellos se entienden”; recordemos los nombres que dan “a sus
cosas”; también todos los que viven de la justicia y tribunales y así
muchos otros, que no quieren que “sus saberes” los capte o entienda “el
común de los mortales”... y no hablemos de “las jergas” de los
políticos, que las emplean siempre para mentir y eludir
responsabilidades.
2
Sin embargo en “los libros” se nos dice que ello es debido a los árabes
que son los que lo traen a Europa; puesto que los griegos y romanos
desconocían el número cero.
3
O sea que lo que les interesaba era aprobar las oposiciones y optar a
un puesto en el gobierno chino y así vivir del presupuesto el resto de
sus días... o sea lo mismo que hoy ocurre aquí en España y supongo que
en otros muchos países más.
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