Buscar en este blog

Translate

viernes, 27 de abril de 2012

2ª PARTE, CAP. 2 de “BARCELONA, 30 AÑOS DE CORRUPCIÓN”, ed. 2006. BANCO GARRIGA NOGUÉS, KIO, GRAN TIBIDABO, 1984-1995.

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 27-04-2012. Otra ironía, que pasados 6 años desde este libro, en el caso Hacienda de Barcelona, 2009-2010, se condenara a Folchi y se declarara inocente a De la Rosa… y no critico la sentencia, ni siquiera a la fiscalía… pasados 15 y hasta 25 años de los hechos, sin más pruebas que dimes y diretes, sin la original  documentación desaparecida en Hacienda… cualquier resultado o sentencia es válida, solo a cuestionar el Sistema que la hizo posible.




SEGUNDA PARTE
Banco Garriga Nogués
KIO
Gran Tibidabo
1984-1995


Cap. 2 Petrodólares KIO. Acciones Bancos. Jaffar y Al  pag.122
Sabbat. Folchi. Stampa Braun. Sarasola. Manuel
Prado. Discoteca Up & Down.

No solo para mí los acontecimientos se precipitaban con ciento dieciséis millones de pesetas en letras de importes de no más de diez mil pesetas. Una minucia, calderilla de bolsillo. El célebre Javier de la Rosa, malabarista y prestidigitador, superaba la exclamación al “!juzgado de guardia!” de López de Letona, contenido por la cúpula del banco con el viejo Garnica en cabeza, otorgándosele el título de superingeniero en finanzas, paleando los miles de millones. Lo diría el mismo, ampliado por sus boceras periodistas; las intrigas en el Banesto, creando la inaguantable situación financiera del Banco Garriga Nogués, le mostraron un futuro libre de estrechos y anticuados marcos de actuación. Y aceptada su “dimisión” en el Garriga se lanzó a niveles de Londres o Nueva York.

Y surgieron los petrodólares de KIO. No se trataba de simples “triangulares” de mil millones, o de escarceos en una bolsa dominada por los siete grandes bancos y el Banco de España entrando y saliendo según pretendieran subir o bajar la cotización. Unas actuaciones de altos ejecutivos que un país decente los hubiera encarcelado. Una avalancha de dólares.

Habló tan desmesuradamente en sus cuatro años de esplendor con KIO, primera parte del 86 al 90, comprando y enmarañando en la Bolsa, y segunda la ocupación de Kuwait por Irak, 90 91, liquidando a barullo, repartiendo, y esparciendo por los paraísos fiscales, que con seguridad las palabras y escritos un castillo de fuegos artificiales. Siempre he creído que para saber la realidad se debería dinamitar los bancos de datos de “La Vanguardia”, periódico líder del engaño, corrupto y corrompido, demostrado en su etapa franquista, sin olvidar El Periódico con su Intervíu, metido en su etapa “oficial socialista”, y otras hemerotecas, y bucear por las cuentas punteando el beneficiario de cada operación, trabajo de imposible arqueología, porque además gran parte de esos números arderían en mil expolios. Verdad o mentira lo dicho y escrito, los ordenadores, bancos, notarios, y toda clase de instituciones registraron la riada de los petrodólares. Un aficionado o estafador sabe que la “pirámide” se ha de engrasar en principio con suculentos beneficios. El inversor se entusiasmará si “toca dinero”, y si el tocado supera al invertido, seguro se reinvertirá. Un juego mencionado en la Biblia.

Poco importa que el presentador fuera Fahb Mohamed Al Rashed, o otro Mohamed, o si la primera operación comprando Impacsa, la papelera en Balaguer de Porcioles, famoso alcalde franquista de Barcelona, o si compraron primero los moros o el Banco Garriga (deudora por 8.000 millones y él de vicepresidente), la cuestión, los kuwaitíes entusiasmados, y el colmo ingresando en Suiza la mordida de los “beneficios” a Fahad Mohamed Al Sabah, Jaber Ahmad Al Sabah, a Fouad Fhaled Jaffar, o Sheik Ali Kalifa Al Athbi Sabah, principe reinante, o dictador absoluto.

Superando el Consorcio o el Banco Garriga, multiplicado por diez, se lanzaría al triple salto, y de inversor por cuenta de los moros pasaría a incordio de viejas estructuras de la oligarquía franquista o salvador de una reducida burguesía de amigos barceloneses a quienes comprar sus anticuadas fábricas en franca producción de pérdidas. Y de nuevo el “me firmas diez y te doy uno”. Si no firmaba, igual, se falsificaba y tan contento.

Desde su oficina de la Diagonal 484 y siete de los empleados salvados del banco, con Piñana de secretario, el de “eres tonto”, es evidente que en ese corto espacio de tiempo no se fabricaría el trasiego necesario para revestir tantas falsedades y el mayor grupo industrial de España. Desde el bufete Piqué se llenarían todas las notarías, y muchas oficinas de profesionales certificando cuentas incertificables. Uno de los censores de cuentas, Juan Álvarez Torras, convirtiendo su vejez en más problemática que su fundada Caja de Crédito, en el 67, o la suspensión de pagos de Alianza Financiera, el 80. Infinitos bufetes comprobaron que el acta de una Asamblea de Accionistas ampliando capital, o la sociedad anónima sin valor, se pagaban a precios sin sentido. La Cros (con turbias compraventas de acciones), Flix, Torras Hostench (huido Torras tras quebrar el Banco de los Pirineos), Unión de Explosivos Rio Tinto (con Calvo Sotelo en su historia y 100.000 millones de suspensión de pagos), problemas graves para los bancos y el Estado aguantando sus corroídas fábricas y pesadas nóminas producto de la autarquía de viejos tiempos, se encontrarían al estilo de Harry Walker, Urbis, Ibusa, o Tierras de Almería, para el Banco Garriga, en de la noche a la mañana espléndidas inversiones en Bolsa. De valores mantenidos artificialmente y salidos de cotizaciones por los suelos, de empresas en práctica quiebra, a agregarse especuladores que a la sombra del genio hicieron o acabaron con su fortuna. Que las papeleras o textiles, o la propia bolsa de Nueva York se sumergiera en una crisis, para España y De la Rosa, poco importaba. Y en la bolsa contratan docenas de sociedades holandesas, luxemburguesas, gibraltareñas, fundaciones y cientos de españolas. Cuatro años de pura locura bolsista. De ofertas, fusiones y OPAS, de fabricar precios astronómicos en bolsa, y su sueño dorado, comprando acciones del Banco Español de Crédito, Central, Hispano, Popular, Banco Bilbao o Vizcaya, y Santander, doblegando la voluntad de los siete grandes. Paquetes de dominio. La jugada maestra, en el gallinero del Banco Español de Crédito su presencia indispensable por primer paquete accionarial. Arbitro de nombramientos, y por tanto negociaría su peso específico a cambio de enterrar cualquier veleidad con el Banco Garriga Nogués.

Para rematar disparates, se debía crear y se creó, al igual en todos los países civilizados, la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Controlar, la ilusión de funcionarios y políticos. O sea, y al poco tiempo se demostró, a trastear con políticos y funcionarios. Más astillas.

Su corte se completaría con indiscutibles del derecho, Juan José Folchi, Mercantilista y ex Consellé de la Generalitat (técnico de los problemas fiscales del Barsa de Núñez, y gran colaborador en Londres contra Javier) o Stampa Braun, penalista, amigo del padre, actuando después con los kuwaitíes contra De la Rosa, ¿?, brillantes “relaciones públicas”, Alfredo Fraile, ex manager de Julio Iglesias, políticos socialistas, o los amigos del Presidente, Enrique Sarasola (el achispado que entre boleros cantó que al Presidente se le debía procurar una fortunita para cuando se retirara), y el embajador real, Manuel Prado y Colón de Carvajal. Obligaría sentarse ante sí a los banqueros pasando de vilipendiarlo por lo del Garriga a acudir diligentes a su llamada. Multiplicando otra de sus aficiones, las grabaciones. Refinados equipos de escucha y filmaciones, y detectives privados compitiendo o asociándose con el CESID estatal. Del Falcon 80 al 100, añadido al inimaginable “Trueno Azul”, un helicóptero decorado con aire mafioso, y el placer de los mares el yate “Blue Legend”, exquisito de técnica y precio, 2.000 millones.

Compra la famosa discoteca, donde los camareros sirven con impecable esmoquin blanco, el Up & Down (con la cocaína corriendo a placer, y Maradona entrenándose), o la mejor colección de relojes, afición heredada o intercambiada con el padre, de quien paga las cuentas en el casino de Le Boulou, a un tiro piedra de Cadaqués.




 

El Banco Garriga Nogués perdió 25.000 millones más de los declarados

El País Madrid 27 JUN 1988
 
El Banco Garriga Nogués, filial ya disuelta del Banco Español de Crédito alcanzó unas pérdidas de 98.526 millones de pesetas, cifra que supera en unos 25.000 millones a la declarada oficialmente por Banesto. Según publica en su último número el semanario El Globo, en 1986 en el libro de actas del Banco Garriga Nogués, su accionista -Banesto- dejó constancia por escrito de que los 20 consejeros de la entidad catalana quedaban exonerados de cualquier responsabilidad sobre la situación económica de la misma por carecer de información. Sin embargo, no se aprobó la gestión social del vicepresidente y consejero delegado, Javier de la Rosa, abriéndose la correspondiente reserva para ejercer eventuales acciones legales.Según el citado reportaje, el miércoles pasado, Javier de la Rosa, representante de los intereses del Kuwait Investment Office (KIO) en España ofreció al presidente de Banesto, Mario Conde, la posibilidad de adquirir las acciones de Cartera Central, principal accionista del Banco Central que está en proceso de fusión con Banesto. De la Rosa partía ese día para Londres donde trataría el asunto con los responsables máximos de KIO.
Informes jurídicos
El presidente de Banesto disponía desde el mes de mayo de dos informes jurídicos solicitados por el mismo al abogado Rafael Pérez Escolar, vinculado al banco, sobre la crisis del Banco Garriga Nogués. En uno de los informes, elaborado por el propio Pérez Escolar, se habla de responsabilidades civiles y penales. En el otro, elaborado por el también abogado José María Stampa Braun se abordan exclusivamente los problemas penales. En caso de que los datos aportados sean fidedignos, se afirma en ellos, habrían indicios firmes para una acción jurídica contra Javier de la Rosa.
El pasado mes de febrero Mario Conde había solicitado ya un informe sobre la gestión del Garriga Nogués a José Luis Forminaya, un alto ejecutivo del Banco de Madrid y en el que se concluía que los quebrantos sufridos por la entidad catalana ascendían a 98.526 millones de pesetas, frente a los 73.814 que se registraban oficialmente en la memoria. Los 25.000 millones de diferencia ya habían sido detectados por Banesto y se decidió distribuirlos entre los demás bancos del grupo por considerar excesiva la cifra de casi 100.000 millones.
En el informe de Fominaya al describir las causas básicas de la crisis" se presenta una lista de irregularidades cometidas entre 1980 y 1985: "Nombramiento de altos cargos como asesores, intermediarios a comisión, colocación de amigos adictos, captación de dinero caro a ultranza para utilizar como escaparate, caja B hasta mediados de 1985, creditos de amistad y favor personal y gran profusión de créditos vencidos y no renovados".

No hay comentarios: