Barcelona 8-9-2016. El rojo excita. Es el color del llamado progresismo, que tanto ha entusiasmado, y que no discutiré convulsionó a una entre degenerada e inhumana civilización. Nadie discute la necesidad de la Revolución Francesa, tan ligada a la Independencia Americana, o la inevitable Revolución de Octubre, pero... demasiada sangre.
Moraleja: la actual Barcelona es demasiado roja, y los más 'rojos' en este caso son los 'blancos', ¡el pujolismo! que se atribuye la herencia de aquella burguesía de la 'renaixensa' ¡con fábricas llenas de niños y famélicas mujeres!, y que empujando hacia la secesión no nos conducen a una REPÚBLICA más justa que la España actual, sino a un galimatías ideológico sin capacidad para solucionar los evidentes problemas sociales, antes bien cómo demuestra la Historia los empeora repartiendo miseria.
Padecemos un sistema político que fagocita a los más destacados rojos, blancos, antisistema, y de todos los colores, dotándoles - tras ganar unas elecciones con unas decenas de miles de votos- de unos sueldos y dietas muy superiores a la media, pasando de predicar sus entusiasmos y promesas a 'politiquear' y medrar para afianzarse en el Régimen o Sistema. ¡La CUP votará los presupuestos y a Puigdemont!
Entre el dedo y caprichos del corrupto Pujol, más la segunda generación franquista, y la gobernabilidad entre Madrid y los partidos catalanes, suman cientos de miles los inamovibles enchufados.
'Mala peça al talé' para una REPÚBLICA DE CATALUNYA...
CRÓNICA GLOBAL
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