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viernes, 18 de mayo de 2012

3ª PARTE, CAP. 7 de “BARCELONA, 30 AÑOS DE CORRUPCIÓN”, ed. 2006. LUIS PASCUAL ESTEVILL, JUAN PIQUÉ VIDAL, JORDI PUJOL, 1995-2005


Rafael del Barco Carreras

  Barcelona 18-05-2012.  La estancia de Pascual Estevill en prisión produjo tanta fantasía, que aun narrada por conocidos del entorno, no me atrevería a publicar. Si su vida era un fraude no pararía ni en la cárcel. Preparar fugas, visto en viajes... y no es que no crea en irregularidades penitenciarias, antes al contrario, pero sobre Estevill, ni con firmas ante notario tiene para mí credibilidad. De entre las verdades absolutas su total insolvencia para la justicia española... en tanto que la justicia suiza comunicaba que un saldo embargado de 600 millones de pesetas había desaparecido.

En cuanto a la curiosa carta, que adjunto, remitida por conducto notarial por Antonio de la Rosa a Bruna de Quijano, declarándose autor del desfalco del Consorcio, dudo muy mucho que buscara resarcir el honor de Bruna, más bien ante las complicaciones jurídicas del hijo Javier formaría parte de alguna de sus infinitas elucubraciones... ni se había ausentado... ni menos arrepentido.

 

 

 

TERCERA PARTE
Luis Pascual Estevill
Juan Piqué Vidal
Jordi Pujol
1995-2005



7



El mes de Febrero de 1998, un sufrimiento para Pascual Estevill. Al periódico El Mundo le agradaba el personaje. 23 de febrero, “La hermana pobre del Juez Millonario... Estevill amasaba fortunas, mientras su hermana sobrevivía gracias a la beneficencia pública”. Su hermana iba de clochard por la vida. Su mente no traspasó la difícil infancia. Los servicios sociales cotejaron sus apellidos con los del juez ingresado en prisión y se convirtió en noticia. El día 24, “El Juez exige al Govern que explique el traslado de Estevill a la cárcel de Lleida”. El 25, “La Fiscalía recibió denuncias de que Estevill salía de la cárcel sin permiso”. 26, “El fiscal jefe pone en duda la versión oficial de que Estevill iba a fugarse”. El 27, “El traslado del juez Estevill a la prisión de Lleida llega al Parlament”.
La prensa se cebaba compensando las anteriores alabanzas. Y a mí me daba entre pena y risa. Buen conocedor de esas casas, sabía que todo puede suceder, revestido de legal, simple cacicada, o a las órdenes de quien sea. Le veían en el avión de Madrid, o se fugaba. ¡Fugarse de la Roca un hombre de 60 años, por el tradicional método de saltar muros, por unos planos en su celda!. Una broma o un ejercicio de intoxicación a toda altura. El Parlament se entretendría con las chorradas a cargo del ex Juez. Socarrón, si le recordaba. Tras su engreída pose de suficiencia, soltaba alguna gracia, o en lugar de enviar telegramas a los poderes del país, emulando a su amigo De la Rosa, se propuso mantenerse en portada con histrionismos, recordando a sus “deudos” aligerar su prisión preventiva.
Al Juez del TSJC Antonio Bruguera, igual al juez suizo Daniel Devaud, no le sentaba bien el tétrico modo de entender la Justicia de su ex colega, y se haría de rogar para la libertad con fianza. Provenía también de “abogados de reconocido prestigio”, pero en su caso por lo oído, sólido, alcanzando el CGPJ, y retirándose al ejercicio de la abogacía. Por mi parte, y a tenor de mi triste experiencia con la Justicia, solo le achaco no haber encarcelado al mismo tiempo a Piqué Vidal, decretándole fianza por colaborador necesario. Por el momento a Pascual el Supremo lo había descabalgado de la magistratura por prevaricación, dictar resolución a sabiendas de ser injusta, sin condena con prisión. Preventivo, el frente legal se centraría en una fianza. Yo apostaba a que se la concederían, no se encontraría con una juez (la de Sabadell en mi caso) que alegando mi historial delictivo me la negó con rotundidad, y ni por asomo mis tres años en la Modelo con su intervención. Como a De la Rosa, incómodo mantenerlo en preventiva. Diferentes estamentos judiciales esparcían subliminalmente su única y especial culpabilidad. El Fiscal Jefe repetía “un caso único”. “Nos temimos una generalización, pero por suerte...”.
La prensa, se contuvo. Se percataron de llenar las hemerotecas de estrafalaria filfa, o temieron sus demandas. Pascual podía molestar, y lo demostraba a diario en la cárcel con escritos a diestro y siniestro por nimiedades. Callaron lo tan aireado en el caso del fugado Antonio de la Rosa, novias y juego. Nadie citó a Mamen, y minimizada la afición a los casinos. No entonarían el mea culpa tachando de perverso a quien elevaron a los altares. No era un donjuán, pero evidentemente llevaba doble vida, o varias vidas. Leyendo en la curiosa biografía de Oriol sus infinitas horas y entrega ascética al estudio, recordaba el Casino de San Pere de Ribas, su sala para concentrarse.
A los tres años de “busca y captura”, se repite el refrán de los burros tropezando en la misma piedra. Alguien me la cruzaba en el camino, y caí. Cumpliría la condena por las letras de Madrid, seis años. Trabajando, tres años, y los permisos al cuarto de condena. Eso, con suerte. El Código antiguo daba de sí. En esa condena constaba “sin antecedentes” computables, pero con la amarga experiencia de la anterior, se podía torcer con una Remei Bona, emperrada en no otorgarme permisos. Tal como andaban “mis amigos” quise creer que el tiempo había jugado a mi favor, otra falsa creencia. Ya en el “periodo” insistí para un trabajo, y ante la negativa a Don Jesús de un economato, me destinaron a lavandería central. De nuevo a ocupar unas horas del día a escribir. La Modelo se llenaba demostrando que ni Brians ni la Roca absorbían el creciente número de detenidos. El gran negocio de la droga en Barcelona con miles de indocumentados de “mulas y papelineros” llenaría campos de concentración si se lo tomaran en serio las autoridades, o no participaran, y cualquier noche se dedicaran a limpiar la ciudad.
Entre los papeles recordé un auto del Juez de Vigilancia Penitenciaria, Manzanares. Otra historia la del Juez Manzanares en sus perdidas luchas contra las competencias de la Generalitat. Me otorgaba las redenciones por el trabajo entre el año 80 y 83. La Sala de Barcelona condenándome por los pagarés del Corte Inglés no me aplicó el beneficio por “fuera de tiempo”. La de Madrid tratándose de un delito dentro de los cinco años de aquella condena podría compensar un año y cuatro meses. A los dos meses la Sala contestaba añadiendo el beneficio en la “liquidación de condena”. De lleno en el cuarto de condena para permisos, y echando mano de una circular de Serveis Penitenciaris aconsejando el tercer grado a condenas antiguas de menos de seis años, en primarios y gente sin conflicto, las esperanzas a tope. Los Técnicos de La Modelo, recomendaron el “segundo grado” a la Dirección General, y cual no sería mi sorpresa que a los tres meses me concedían el tercer grado con sección abierta. Un milagro, y sin gastar un duro, la mejor de las situaciones dentro del desastre. Un galimatías la dirección penitenciaria.
Otro año intenso en lo particular, y en lo político. Si los simples enanos no notamos a ras del suelo la procedencia de las tempestades, influyen y mucho en nuestras simples vidas, y en los integrantes de mi novela. Un mero repaso de los personajes en liza no crea buenas perspectivas. Pascual, se pone su cara de bueno y estudia derecho en la Roca, en compañía de Francisco Álvarez, que de policía en Barcelona con Agustín Linares y Justo Aguilera, se traslada a Bilbao y acaba condenado por asesinato, caso GAL. Un dato a resaltar del compañero de Pascual, condenado por asesinato, trabajó a las órdenes de De la Rosa, y por tanto Piqué Vidal, dirigiendo Chek In, la compañía de seguridad del Grupo. En Madrid se hacen fuertes Joseph Piqué, Ministro de Industria (al poco será Ministro Portavoz del Gobierno), de la escuela De la Rosa, y el Ministro de Exteriores Abel Matutes, con operaciones financieras directas y cadena de amigos con el financiero (la venta de acciones del Banco de Ibiza), y ex socio de Eduardo Bueno. Sin olvidar los Fernández Díaz, Jorge en Madrid y el pequeño dirigiendo el Partido Popular en Cataluña. Todo un equipo de primeras figuras con Jordi Pujol, “partido bisagra” indispensable para la “gobernabilidad del País”, por lo tanto dirigiendo el guiñol, siempre en la misma dirección “zafarse de la corrupción”. Milagroso salvarse embistiendo contra semejantes molinos de viento.
En otros aires, achacar al Ministro Joseph Piqué la condonación de los créditos a KIO otorgados por el Gobierno Felipe González, es atizar la confusión. 100.000 millones a cargo del presupuesto nacional. Un problema menos, a buen seguro cada uno de los créditos rozaría varios delitos tipificados en el Código Penal. Compensado el dinero desaparecen los delitos. San Estado, la beneficencia a favor de determinados empresarios. Amparándose en el pago de nóminas a pérdidas se otorgaron y se condonaron. Lo poco en pie del grupo KIO no amortizaría esa cantidad en varias generaciones, y si se pretendía mantenerlos en balance la quiebra era de estado permanente. Los 100.000 millones de pesetas innecesarios de ser real la venta de Ertoil, firmada ante notario por el ahora ministro, y los 500 millones de dólares volatilizados durante la guerra del golfo. Con dos únicas partidas de las cientos desconocidas, y coincidiendo en el tiempo, el Presupuesto Nacional se hubiera ahorrado ese disparate de dinero. Con Ertoil que la jueza Palacios no veía claro, el ministro Piqué arrastraría su cruz varios años, y a la manera de su jefe Pujol en la Banca Catalana, “sen surtiría”.
Me preguntaba por qué en la alta política, tanto entre socialistas, populares o convergentes, y antes los de UCD, había tantos hombres en relación directa con De la Rosa, ex socios o simples empleados. Un caso atípico, ningún gran empresario llenaba con sus hombres tanto espectro político, lo normal que ellos formaran parte de un determinado grupo. La explicación, Javier personificaba la corrupción. Sus aventuras exigían el doble salto mortal corrompiendo. Cada huida hacia delante se componía de la mentira en la prensa, el bluff, y reclamadas las inversiones, defenderse tras la complicidad de los beneficiarios en el reparto.
Si en Madrid a los catalanes de Pujol no les iba mal, tenían cuatro años para limpiar los otros cuatro anteriores, o una docena, desmarcándose de la ignominia felipista, al catalán número uno, al Marqués de Samarach, le caía un calvario. Las multinacionales americanas financiadoras de los Juegos Olímpicos denunciaban, por corrupción, al Presidente del COI ante el Senado, y el “número uno” de los poderosos catalanes comparece ante un comité. Una comparecencia apenas iniciada, acabada con bien, según la prensa nacional. Sin detalles. Es de suponer duraría tiempo, un expediente, gente a favor y en contra, quien le defendió, o cuantos millones le costó, ni siquiera el detalle de los cargos. El poderoso Samaranch ante el sumun del Poder Mundial, el Senado de Estados Unidos, y aquí apenas nos enteramos. Esos americanos no tienen ni idea de la capacidad de simulación de un gran franquista español. Un técnico en andamiaje de nombramientos, fidelidades inquebrantables, las dobles contabilidades catalanas por su ascendencia textil, la Diputación de Barcelona y Embajador en Moscú. ¡Casi nada!. Allí no le preguntarían por la iniquidad del franquismo, ni por su consejería en el Banco de Madrid y Banco Catalán de Desarrollo, ni por la quiebra de Construcciones Huarte, ni terrenos sospechosos, ni preguntarle por De la Rosa, y sus cargos en ERCROS y empresas del grupo. ¡Los veraneos de Cadaqués dieron de sí!. Hasta su sucesor en el COI veraneaba allí. Contestaría sobre políticos africanos traviesos a la hora de parar la mano, y sin duda, con su experiencia, ni un duro cruzado por sus cuentas. ¡Esos americanos pretendiendo ser los dueños del mundo!. La Izquierda, reacia por el oscuro franquismo de Samaranch, se pone a su favor. Los hay habilidosos, cayendo siempre de pié.
El 15 de octubre de 1998, la jueza Teresa Palacios, dicen que ante las evidencias londinenses, decreta prisión a Javier de la Rosa. Estafa, falsificación, fiscal, manipulación del precio de las cosas, administración desleal y fraudulenta. No falta ningún delito referido al dinero. Cinco años regalados por el Juez Moreiras, enfrentándose a la Sala. ¿Puede ser así?. No le pasó por los cojones que la denuncia y sumario donde se acusaba a Javier siguiera su curso normal.
Se iniciaban dos años con De la Rosa soltando más bilis que posibilidades. Y la bilis le obligaría a toneladas de pastillas. Las fotos de entrada, gordete (carne de restaurante, cóctel y química), y al año, de pena, de presidiario. Normales los cambios biológicos. Lo afirmado por sus compañeros cuatro años antes lo traducían en literatura académica los médicos, “disminución de la concentración, abotargamiento, parquedad de palabras, falta de expectativas vitales, tristeza y una reacción deliroide de perjuicio relacionado incluso con sus familiares”. Cientos de frases de especialistas en la prensa. Pagaría a fraseólogos, pero que el supermillonario andaba algo “tocado” lo reafirmaban de nuevo los semianalfabetos de su entorno. Lo de los loqueros certificando ya dio frutos con Doña Pilar Pato por los ochenta, y eso buscaban sus abogados “pagar y a la calle con fianza”.
Yo “deliré” detenido y acusado de “un robo con fuerza”. Tres días en la comisaría y una jueza en Tarrasa decreta mi libertad. “Señoría, yo no he robado nada, estaba en ese almacén de visita, mirando”. Libertad con cargos. Interrumpida la entrada nocturna en La Modelo, y con otro proceso, se retiraba el tercer grado y la condena a cumplirse íntegra. Mi composición de lugar, no presentarme. Siete años para solucionar el entuerto. De nuevo en “busca y captura”. Nunca sabré quien fabricó la denuncia, y hubo y había más, sumándose a dos robos en diferentes épocas en mi vivienda de Madrid y Barcelona, debidamente denunciados.
Un año de huracanes para mí y mis personajes. Quedaba en pie el Bufete Piqué Vidal, con mínimo cincuenta profesionales directos, emitiendo “papeles”. Lluvia de escritos, consiguiendo contener a sus empedernidos detractores, y si se llevaba alguno por delante, pues un enemigo menos.
Una nota simpática del resucitado Antonio de la Rosa Vázquez. Con fecha 13 de julio de 1998, y legitimada la firma por el Notario Santiago García Ortiz de Barcelona, escribía una carta de descargo a Bruna de Quijano. Serena y Del Barco sacrificados en sustitución de sus hijos, quizá por su extracción social, no merecieron tan alto honor.


Curiosidades en la hemeroteca de LA VANGUARDIA

Edición del sábado, 15 febrero 1997, página 27 Edición del sábado, 15 febrero 1997, página 27
Ed. General
al pro poner a Luis Pascual Estevill como vocal del Consejo General del Po der Judicial (CGPJ). Este gesto no dejó satisfechos a los partidos de la oposición, que han encontrado en el encarcelamiento del exjuez un filón que explotar

Edición del jueves, 11 septiembre 1997, página 27 Edición del jueves, 11 septiembre 1997, página 27 Ed. General
” otro edificio a su familia FRANCESC PEIRÓN BARCELONA. - El Tribunal Su perior de Justícia de Catalunya (TSJC) no ha podido embargar a Luis Pascual Estevill más que calde rilla, “unos miles de pesetas”, tras rastrear sus cuentas bancarias

 Edición del miércoles, 25 febrero 1998, página 28 Edición del miércoles, 25 febrero 1998, página 28

Ed. General
• Los Mossos d’Esquadra, que recibieron una confidencia telefónica, investigan las implicaciones de funcionarios de Quatre Camins, así como posibles colaboradores externos Luis Pascual Estevill La prisión de Quatre Camins fue inaugurada en 1989

















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