Barcelona 26-1-2017. Parece el destino ineludible de la humanidad 'matarse y ponerse muros'. Supongo que primero fue 'matarse', y tras Caín surgieron los muros, que al igual sirven para que no entren que para que no salgan. Recuerdo la alegría del día que casi por sorpresa o generación expontánea se destruyó el Muro de Berlín. El más ignominioso y terrible de los últimos cien años. Entusiasmados jóvenes y mayores encaramados con PICOS, y a la vista de los 'vopos' con la metralleta checa colgada del hombro y mirando el suelo. Los mismos guardias y metralletas que mataron a miles huyendo de la dictadura. Se había construido tras la guerra mundial para que no salieran los ciudadanos del PARAÍSO COMUNISTA.
Tres mil quinientos kilómetros para impedir que los sudamericanos, y en concreto mexicanos, no entren en EEUU. La suprema expresión del NACIONALISMO, cuna de todas las guerras, pero también un monumento a la desastrosa miseria sudamericana. Países con igual o más riqueza natural que EEUU pero en principio demasiado corruptos para una distribución más o menos social de sus recursos, y alternando dictaduras o fascismos de derecha e izquierda. Y mal camino para el MÁS RICO si su única solución es cerrarse a cal y canto. Enrocarse, aunque TRUMP avisa que nada de políticas 'defensivas' en cuanto a las 'guerras', y sí contra la globalización que recorta los beneficios de las empresas americanas, dice. Otro de sus engrudos.
Trump empieza tal como prometió, cumpliendo promesas a quienes por mayoría le eligieron. Un muro 'democrático'. Quizá no venga a cuento decir que Obama prometió cerrar GUANTÁNAMO ¡y la prisión sigue abierta! Una DEMOCRACIA la americana que tiene la ventaja o desventaja de cohartar la excesiva demagogia, y cumplidas o no las promesas, ejemplo la SANITARIA, a los DOS MANDATOS, se cierra una etapa por brillante que parezca, y se inicia otra. Se pasa página. Ocho años son más que suficiente para lo bueno o malo. Y escaso recorrido para alterar las reglas de juego de la DEMOCRACIA más sólida en tiempo y riqueza. Los ocho años un muro para impedir saqueos o excesivas corrupciones, que además acabarían con el país. Aquellos Padres de la Patria, discípulos de los enciclopedistas y revolucionarios franceses, sabían que se hacían.
Ya solamente por la LIMITACIÓN DE MANDATOS, tras unas PRIMARIAS dificiles y engorrosas, pero indispensables para CRIBAR CANDIDATOS, la DEMOCRACIA AMERICANA se convierte repito en el 'menos malo de los sistemas políticos'.
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