CAMILO JOSÉ CELA, en 5ª PARTE, AÑOS 1993-1994, “BARCELONA, 30 AÑOS DE CORRUPCIÓN”, ed. 2006.

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 14-06-2012. Quiero creer que hoy, con INTERNET compensando y por suerte anulando el Poder de aquella Prensa, CAMILO JOSÉ CELA no me hubiera citado sin informarse más allá de la hemeroteca de CAMBIO 16... ni Pascual Estevill me defendió en el Juicio del Caso Consorcio (ya había prescindido de sus "servicios" por mentir, robar y venderme) ni yo fuí nunca COLABORADOR de Antonio de la Rosa. 

En 1993 Diario 16 o Cambio 16, pasados 14 años, no se había dignado leer mis muchas cartas, ni consultar SUMARIO o REGISTRO MERCATIL, y cuando conseguí una entrevista, aun  fue peor. Su versión iniciada en 1979, pagada por Javier de la Rosa, ya le satisfacía... y de confesar errores o corrupciones !JAMÁS!... ni CAMBIO 16... NI NINGUNO... 

Ni que decir tiene que celebré su QUIEBRA.

 

 

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QUINTA PARTE

Semanarios

Prensa

Bibliografía

Citas, comentarios y

ratificaciones

Desde 1979 al 2006

 


1993 Artículo Camilo José Cela en el Diario 16. Y otros.
1994 Denegación de permisos penitenciarios
Fotografía de Javier de la Rosa entre rejas.


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GRAN TIBIDABO, PORT AVENTURA.


En plena “presunta estafa”, y seguirá presunta doce años después de la denuncia. El Banco Hispano Americano, en medio de la gran crisis que le obligará fusionarse, abona 30.000 millones a Javier de la Rosa, que en tiempo record, y a través de su Bufete, su titular Piqué Vidal, y firmando varios de los ya quebrados en sus tiempos del Banco Garriga, DESAPARECEN. ¡Y necesitan doce años para señalar a los culpables!. Como digo refiriéndome al entonces Fiscal Jefe Vitalicio, Carlos Jiménez Villarejo, que sí, pidió prisión para Javier de la Rosa, ¡cuatro meses!, aconsejaría a los perjudicados que se fueran a Londres a denunciar, como los kuwaitíes, que allí en máximo un año, resuelto, porque, si como todo aparenta, la causa continúa, los huesos a roer que les dejaron en los “activos” de la sociedad habrán desaparecido a cargo de los gastos procesales y de la propia administración, y con seguridad, los muchos bienes que pudieran tener en su momento los procesados, entre ellos Piqué Vidal.


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Y esas pocas palabras extraen del baúl de los recuerdos una declaración jurada de la que casi imposible entender que de su “censura de cuentas” no se deduce la culpabilidad de Bruna de Quijano, antes bien en ella además de reflejar la anarquía contable de un ente público con decenas de letrados y técnicos, se certifica que las operaciones ficticias y las supuestamente reales correspondían a la época de Santiago Udina Martorell.

Leer el nombre de mi profesor de contabilidad en el Instituto Bancario, Antonio Goxens Duch, me emocionó. ¡Y Miranda de Dios argumentando en el auto de prisión contra mí los indicios racionales deducidos de una censura de cuentas de la que negó su aportación al sumario!. Si antes de las mínimas reformas de después de la muerte de Franco no debían ni “razonar” los autos de prisión (se encarcelaba por “mis santos cojones”), el seráfico Miranda de Dios no tenía práctica de “razonamientos”. Y además su jefe Hernández Pardo, ratificaría.


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1992. Inicié la novela de la siguiente página en la biblioteca de la cárcel de Gerona. Un terrible verano con cinco gitanos en la celda tocando la guitarra, y el ambiente entusiasmado con los Juegos Olímpicos de Barcelona. Lo único bueno, la declaración de inocencia por mi actuación en la urbanización CAN FORNACA. Después a Brians, y una vez editada por mi mismo y muy bien distribuida, con presencia en todos los puntos de venta posibles en toda España, por quien al salir de la cárcel no quiso ni conocerme.

Si “El Dinero del Poder” leí que cabreó a Javier, su histeria cuando le pusieron mi novela en la mesa donde comía en Brians fue apoteósica, no oí los gritos porque nos separaban varios muros y módulos. Eso y alguna liquidación por ventas fue el único placer. Después pagué caro mi entretenimiento, y ni torcer un ápice las hemerotecas endosando a Javier el desfalco del Consorcio. Afectar a quienes se beneficiaron, y el tiempo consolidó sus actuaciones o delitos, pesaría más que el “muy tocado” Javier.

Total, únicamente novelaba el poco tiempo en que conocí y traté a quien me proporcionó buenos negocios. En conjunto una insignificancia. Un año transformado en la base para convertirme en “pervertidor”, secretario de Antonio, dirigente del Consorcio, cerebro del desfalco, o gran estafador urbanizador.

Mi gran fallo fue atacar a Pujol, y así me fue en los permisos y cumplimiento de condena.



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En plena celebridad y discusión sobre la personalidad de JAVIER DE LA ROSA aproveché el tirón para con nombres fingidos describir la si cabe más extraña de su padre en el poco tiempo que le conocí…y desde luego centrar la idea de la participación o autoría del hijo en el Caso Consorcio. Ignoraba hasta donde alcanzaba la perversidad de Javier, de Piqué Vidal o de mi abogado (Luis Bailén, en la novela) y la de sus patrocinadores o amigos-enemigos…Pujol, Serra, Maragall, González…tiempo tendría de descubrir por las publicaciones, y tantos afectados, muchos ya conocidos en la propia Modelo, que la novela únicamente reflejaba mi ingenuidad…aun les sufriría más…mucho más…
LA DISTRIBUIDORA CONTESTABA A LAS LIBRERÍAS QUE SE HABÍA AGOTADO…DE UNAS MILES IMPRESAS SE VENDIERON QUIZÁ UNAS CIENTOS…

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Don Camilo…le informaron mal… o usted informaba igual en sus buenos tiempos del Régimen… Pascual fue mi abogado pero de defenderme ni en el juicio ni fuera de él…y vuelvo contra las hemerotecas, que en este caso me alegro mucho que la quiebra de Diario 16 haya anulado…YO NO FUI COLABORADOR DE ANTONIO DE LA ROSA… ¡Joder con el premio Nóbel!.


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El recordatorio vale para las tendencias “políticas”… pero no especifica “recalificaciones”…. A la orden directa de González…
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Una infantil muestra de los infinitos retoques que la prensa introducirá en uno de los casos descubiertos de la Gran Corrupción. Conviene el estrambote, o hasta que ellos mismos, en ese momento Piqué Vidal aun dirigía a su muñeco De la Rosa, “advirtiendo” a quien “correspondiera”, como haría con los infinitos telegramas desde Brians a todo el “mundo” con algún Poder en España. “Aun estoy en prisión” antefirmaba las páginas de cada telegrama.

Cualquiera que haya vivido esos barrotes y el grosor de los muros sabe que esa foto está retocada, o simplemente es una total composición.

Pero eso es lo de menos, comenzaba la liquidación de uno de los principales alimentadores de la Gran Corrupción, un genio captando dinero y voluntades, pero como todas las víctimas de su bufete de cabecera se iniciaba contra la hidra que el mismo había alimentado y que se proponía succionar a la más grande de sus presas, ¡nada menos que un empapelado con jet, helicóptero, súper yate, y etc. etc. etc.!.