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sábado, 13 de agosto de 2011

"Hostelería, turismo... como con Franco", artículo de Antonio García Fuentes

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 13-08-2011. Un artículo emotivo aunque solo sea recordando por los 47 el abandonado Parque Güell, cruzándolo a diario, y corriendo al atardecer con el pánico metido en el cuerpo al salir del “Colegi d´Ajuntament” hasta alcanzar la ermita del Coll , donde vivíamos. Una tortura que duró un curso entero. O ya contado, trabajando en banca en la Plaza Cataluña de los 50 por la mísera mensualidad de 432 pesetas más cuatro pagas extras. Y en los 60 por 1.300 en el Paseo de Gracia esquina Diagonal. O visitando con la economía más holgada por los 70 la Notaría de Roca Sastre en el Edificio La Pedrera . Sin olvidar la mili en 1961 en el Castillo de San Fernando de Figueras con escapadas a la Costa Brava a rebosar ya de soñadas nórdicas.

Aquella gris o negra industrial Barcelona (recibiendo gente para sus fábricas y a la vez enviando a las alemanas) sin un turista, máxime con los marines de la Sexta Flota hasta que cambiaron de puerto a causa dicen de las bajas por blenorragia y sífilis, hoy invadida y gozando de largas colas ante la Sagrada Familia, La Pedrera, Can Batlló, o del inmenso río humano en las Ramblas y puerto, se diría que transformada en una “ciudad turística”, de acuerdo con García Fuentes es demasiado grande para confiar que esa sola “industria” solucione la profunda crisis generada por la vorágine de sus político-financieros socialistas y convergentes, juntos o por separado.

Hostelería, turismo... como con Franco

Recordemos que hace ya más de medio siglo, en España se habló del... “milagro de Franco” (el que aunque era ferviente católico aún no era santo, hasta que “los del Palmar de Troya lo hicieron”)... pero no fue milagro; el resurgir económico de la devastada España que dejó la incruenta guerra civil; se debió a dos importantísimos pilares económicos; uno el turismo internacional que llegó a venir “en oleadas” y el otro, el que “las oleadas”, de emigrantes españoles permitieron que igualmente, llegaran (con sus remesas para mantener a sus familias aquí “y que lo estaban pasando muy mal”) cantidades inmensas de dinero en forma de “divisas fuertes”; ese fue el mal llamado milagro franquista; al que sin embargo hay que reconocerle que fue muy buen administrador de recursos patrios (¿será pecado hoy decir patria?) y lo que permitió el que la desastrada y destruida España económica, terminara con que a la muerte de Franco; la mayoría de españoles (siempre en lo económico, en lo demás seguíamos igual que siempre; o sea muy cerriles) quedásemos con una riquezas, un bienestar, una seguridad económica que hoy quisiéramos... pero estos inútiles “lo han quemado todo”.

¿Pero por qué funcionó tan bien el turismo? Sencillo; el gobierno de Franco tenía controlados todos los precios y no se podía “despachar” ni un vaso de vino, ni una caña de cerveza, ni un café... ni mucho menos cobrar una habitación de hospedaje, nada más que a los precios marcados por aquel departamento de Turismo, el que nunca llegó a ser un ministerio; aquel que incumplía aquello (recuerden el denominado libro de reclamaciones y de obligada tenencia en cualquier establecimiento) era multado (sancionado) severamente y... “con Franco no se jugaba y con los inspectores menos, puesto que temían a Franco”.

Y no llegó a ser nunca ministerio (EL TURISMO) por cuanto a los gobiernos de Franco, les daba “vergüenza”, el reconocer que este era el principal sostén económico del régimen franquista y del resto de la España que trabajaba y producía; lo dijo un director general (jefe máximo que entonces tenía el Turismo) con palabras similares a estas, pues cito de memoria: “En España con el Turismo pasa como en aquellas casas de alta alcurnia (o de gran poder económico) que “venidas abajo”, vivían y mantenían las apariencias, gracias a la soberbia hembra que mediante los favores oportunos, recaudaba lo suficiente para mantener las apariencias”; Lo dijo Juan Careaga Guadamuro, que por lógica ya debe estar en el q.e.p.d.

Y es quizá por ello mismo, por lo que aún y con estos “progresistas de pacotilla”, aún no hay un Ministerio de Turismo, que fue, es y seguirá siendo “nuestro petróleo”... mientras y por el contrario, han creado ministerios, cuyo contenido es como para mondarse de risa... el de “Igualdad”, por ejemplo.

La emigración ya he dicho el por qué fue el otro puntal; hoy los que emigran, normalmente se lo gastan todo allí donde los reciben y salvo los vendimiadores andaluces que van a cogerle la uva a los franceses... poco dinero vuelve a la “españilla” actual.
Tristemente la emigración sigue “como en los tiempos de Franco”; puesto que ni Franco ni estos, han logrado crear el empleo que necesita la España actual... “parásitos sí, puesto que hoy de seiscientos mil empleados públicos que mantuvo Franco, han pasado a más de tres millones doscientos mil... y ya y por ejemplo, cuando esto escribo, las farmacias de Castilla La Mancha, han cerrado un día... sencillamente y por cuanto el gobierno no les paga los 125 millones de euros que les debe... y ya dicen que no aguantan más... “ya veremos puesto que la autonosuya manchega no tiene un céntimo”.

Así que una vez más, es la Hostelería (en todas sus variantes) la industria soporte para contener una mayor ruina en esta “españilla de hoy”; aunque ello sea sobre la base de recibir, hordas de nuevos y bárbaros “borrachos del norte”, que vienen aquí, más que a bañarse en nuestras playas, a bañarse en alcohol y armar follones y altercados. También por que el resto de precios para el turista (el español y como en tiempos de Franco, vuelve a la nevera portátil y el hornillo portátil para asar sardinas, chorizos etc.) sigue siendo infinitamente más bajo que allende los Pirineos y por ello vienen, no por que seamos más guapos amables y serviciales (que con Franco sí que lo fueron).

Hoy no sirven... “hoy te echa de comer, te echan un vaso de vino, o una caña de cerveza o una copa... y si te descuidas es que te lo echan en la camisa, chaqueta, pantalones o incluso encima de la cabeza”; aquel servicio de buena y esmerada hostelería, ha desaparecido... ahora sólo hay... “echadores”.

En cuanto AL HOSPEDAJE (“ojo que sin camas no hay turismo y esto se lo olvidan los políticos”) se mantiene cuando el establecimiento es nuevo; luego al ir envejeciendo y con los precios que cobran, no pueden acumular recursos para la renovación necesaria (en este gremio el desgaste y destrozo del mobiliario y anexos es enorme) los negocios se deterioran y lo sufre la clientela... “que ni entiende, ni comprende, ni tiene por que hacerlo”... que es que EL HOSPEDAJE, no tiene recursos ni con los precios que tiene en la pizarra.

Para colmo de males y como no hay clientela para la inmensidad de negocios de hostelería que hay en España... “vienen las ofertas, la caída de precios y que va desde la caña de cerveza o vaso de vino, pasando por el menú del día y terminando en la habitación del hotel”... o sea, todo ello no augura nada bueno, puesto que será una ruina larvada y que llegará en su momento... y ello lo iremos viendo a no tardar mucho; puesto que y como dice el sabio dicho español... “esto es comer hoy para mañana pasar hambre”... más o menos pues cito “a vuela tecla”.

¡¡Y como en tiempos de Franco... y viva España!! La España de los milagros, digo yo... y también de los inútiles y necios gobernantes que no saben encauzar esta por otra parte, muy rica España.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)



















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