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sábado, 9 de octubre de 2010

ILLA SANDOZ, PELOTAZO SOCIALISTA.

Rafael del Barco Carreras



Barcelona 9-10-10. El día 6 comentando las detenciones en el Ayuntamiento de Murcia, Marbella, y la película “bicicleta, cuchara, manzana” sobre el Alzheimer de Pascual Maragall, me salta que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña TSJC en septiembre dictó sentencia a favor de un grupo de vecinos sobre la ilegalidad de lo construido en la llamada ILLA SANDOZ (isla Sandoz). Inundado de corrupciones mayores (o eso creo) me prometí volver sobre el tema puesto que me trajo recuerdos personales.



El contencioso viene de lejos como el de cualquier sentencia en Cataluña donde se luche contra socialistas y Ayuntamiento, el mundo oficial. Los vecinos han tenido suerte, que dije y repito, no les servirá de nada después de haber pagado abogados y procuradores, los únicos beneficiarios del pleito con sentencia, recurso y !A FALTA DEL TRIBUNAL SUPREMO! El abogado de los vecinos Eduardo Moreno ¿autor? de los dos libros "Barcelona, a dónde vas?", 1974 y 1991. No se derruirá nada, ¡si no al tiempo!, las repercusiones penales han prescrito, y en cuanto a cobrar costas o indemnizaciones ni sus nietos… ¡y que duda cabe que hay prevaricaciones, estafa, falsificación, enriquecimiento ilícito y más!



1. Se compra y paga a la multinacional farmacéutica Sandoz por la repercusión techo de 18.000 metros cuadrados autorizados en el Plan y por tanto por el Ayuntamiento de Pascual Maragall, al que le sucedió por nombramiento a dedo en pleno “negocio” el Alcalde Joan Clos. No he acudido al Registro pero ya por los 90-2000 ese terreno valía más de 1.000 millones de pesetas. Acto seguido una desconocida inmobiliaria INDRET VERTICAL, a la que representará el abogado socialista Jordi Parpal (ver vida y milagros en Internet) amigo y camarada (de cuando los socialistas se confesaban marxistas) de Narcís Serra y Pascual Maragall presenta un proyecto por 28.000 metros cuadrados y es aprobado.
2. Sin tampoco acudir al registro, de memoria, a finales de los 90 ya 2000 los pisos por la zona rondan por lo bajo el MILLÓN de pesetas metro cuadrado construido: total 28.000 millones de pesetas, y subiendo. Sarriá sur, lo que los inmobiliarios vendiendo pisos transformaron en Sarriá-Pedralbes, el no va más en Barcelona, y de hecho en la manzana Sandoz vive Josep Antoni Durán i Lleida y vivía un hijo de Jordi Pujol. ¿Sabrían del pelotazo socialista con pleito incluido y hubo compensaciones?
3. La prepotencia o la avaricia le llevaría al Ayuntamiento a no “legalizar” el negocio con la Generalitat de Pujol al igual que en otros muchos casos. Se puede legalizar ahora, y de hecho están en ello. Que los vecinos se quejen es normal, ellos querían la plaza pública programada y no los cuatro columpios instalados entre la empalizada de la hermosa masía y lo que se podría calificar de interior de manzana. Ver fotografías en www.lagrancorrupcion.blogspot.com de la manzana-illa y los precios de la zona.



Comparando con Diagonal Mar-Fórum o Villa Olímpica es casi una anécdota, pero la sentencia aunque sea civil y administrativa da carácter delictivo a una operación típica y tópica en la Barcelona de Porcioles o de Pascual Maragall. El inicio de la Gran Burbuja.



El caso no me es gratuito. A principios de los 70 compré un piso a unos pasos en la calle Cardenal Vives y Tutó, donde viví un par de años. Me costó alrededor de 1.000.000 de pesetas pagadas a plazos y con una pequeña hipoteca, entonces las caixas no otorgaban más del 40% del valor del piso y a doce años máximo. Pero además ya metido en inmobiliarias y finanzas conocí al yerno y gerente de Construcciones Ismael Castelló Vicedo, constructor de los tres grandes bloques en la calle Santa Amelia enfrente de lo que ahora llaman en puro eufemismo socialista “Jardins de Can Senillosa”.



Y más anécdotas, siempre recordaré el gran estallido y derrumbe de uno de los bloques que despertó a todo el barrio. Fuera gas o no, entonces como ahora las versiones oficiales no se cuestionaban, un cuarto de la gran torre de pisos se vino abajo. La reconstruyeron y en mis fotogracías se distingue la diferencia. No recuerdo los muertos, pero tengo mis reservas sobre el constructor y su reticulado de hormigón.



Aquellos vecinos y muertos no gozaron del valor que sus viviendas han obtenido en esa escalada brutal de precios inmobiliarios, y los actuales tampoco gozarán del espacio público que les prometía el Plan.



Continuará…






















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