Rafael del Barco Carreras
Barcelona 12-10-10. Su lectura me llenó tantas horas de cárcel que me alegró la concesión del Nobel. No es que me importe demasiado ni nóbeles ni literatura, quizá en otras épocas de mi vida, pero desde hace muchos años mis aficiones puramente intelectuales se han relegado a algún agradable recuerdo como éste a Vargas Llosa. Tampoco es que me tragara toda su producción pero alguna de sus novelas, por ejemplo el “La guerra del fin del Mundo”, me parecían tan dignas del Nobel como lo fuera “La familia de Pascual Duarte” de Camilo José Cela.
Lejos de mi intención un artículo sobre los méritos literarios de Vargas Llosa, ni me siento capacitado, y padres tiene la iglesia para esos menesteres, y encima a muchos de esos padres ni les entiendo. Pero cuando rebuscando por Internet los muchos avatares que sufre Cataluña tropiezo con las estupideces de los subvencionados del catalanismo, no puedo menos que añadir a las últimas corrupciones las extrañas “derias” “psicosis” o “delirios” de su catalanidad.
Insisto que soy catalán y hablo catalán (el barçeluní con acento tradicional no el prefabricado de Montilla) aunque solo escribo en castellano (circunstancias de la vida), y quizá ni hable ni escriba una u otra demasiado bien, pero como me doy a entender escribiendo en castellano y con todos mis compatriotas cuando hablo en catalán, considero que ambas lenguas conviven bien en mi mundo íntimo, y las utilizo indistintamente con placer. Me siento a gusto con las dos, y hasta me esfuerzo en leer catalán. Los políticos han creado un problema que la calle no tenía, y ni tiene.
Esta semana descubro las subvenciones a CANAL CATALÁ, cercana o de Esquerra Republicana de Cataluña, que recuerdo porque me rogaron, mejor ordenaron, que me abstuviera de comentar en su abierta sección de comentarios, orden que cumplí. Como novato en Internet y por mis inmensas lagunas en este especial Régimen Catalán metí la pata entrando en santuarios donde los profanos ofendemos y somos expulsados. Me sucedió hasta captar más o menos de que sopa come cada uno y no perder el tiempo en cuanto a mi personal campaña sobre la GRAN CORRUPCIÓN.
Estos tan catalanistas quieren ignorar que él, y otros, contribuyeron a crear en su tiempo en Barcelona la mayor industria editorial en castellano del Mundo, y que ya solo por eso habría que alabar su existencia. Me contaron que Planeta amenazó a los de Pujol con llevarse su editorial a Madrid, México o Buenos Aires, donde tiene grandes sucursales. Y no es que me caiga bien Planeta, una vez rechazaron uno de mis libros, y lo hicieron con portazo, mal estilo. Fui empujado por un amigo y a la vez de uno de sus directivos. Deduje, ya lo sabía, que su dueño Lara era amigo y vecino de los De la Rosa. Pero cada cosa en su sitio, y Lara y su Planeta son intocables, como La Vanguardia en castellano, que tampoco y casi por lo mismo que Lara (los Godó amigos y vecinos de De la Rosa) fueron para mí un mundo tabú. Les recuerdo demasiado sus servidumbres y corrupciones. He de confesar que últimamente se han colado muchos de mis comentarios en sus publicaciones. Lo atribuyo a mi insistencia y a cierto liberalismo de La Vanguardia o La Razón. Consideran que poco les puede afectar mis verdades de Perogrullo.
Me ha obligado este escrito el artículo encontrado en LAVOZDEBARCELONA.COM que sin saber de quien es, o lo administra, leo y consulto con placer desde hace tiempo. Y debido a mi “deria” por las subvenciones, o sea, pura corrupción, transcribo en parte:
‘Lameculos peruano’
“El inclasificable Víctor Alexandre, en un artículo en El Singular Digital, calificaba a Vargas Llosa de ‘lameculos peruano’ de ‘mentalidad profundamente reaccionaria’ y le acusaba de ser un ‘nacionalista español’ que ‘necesita recurrir a mentiras como la de la supuesta discriminación de la lengua española en Cataluña’.
David Castillo, en Avui, subrayaba su ‘odio’ hacia Cataluña como uno de sus ‘episodios más oscuros’. Y Toni Cruanyes, en el mismo diario, escribía que ‘Vargas Llosa está resentido con una sociedad catalana que se mira demasiado el ombligo y utiliza las herramientas políticas a su alcance para defender el uso social del catalán. Para que nos entendamos: siguendo sus artículos podemos deducir que, en Cataluña, Vargas Llosa votaría a Ciudadanos‘.
‘Oscuras intenciones’
Eva Vázquez, tambien en Avui, ironizaba con que Vargas Llosa censuró el nacionalismo catalán ‘que hace tanto daño a la humanidad porque es rencoroso, violento y xenófobo, y sobre todo, tiene el defecto imperdonable de no ser un nacionalismo español’, lo que achacaba a que ‘tal vez la obtención de la nacionalidad española en 1993 llevaba implícito el desdén a Cataluña‘.
Desde El Periódico, Juancho Dumall ha criticado sus ‘posiciones extremas’ contra el nacionalismo catalán, y Antoni Traveria cargaba contra ‘sus coincidencias con el partido de Rosa Díez, genuina representante del nacionalismo español‘.
El escritor Toni Cucarella también se ha despachado a gusto: ‘[Los catalanes] somos un pueblo gafe. Nos empeñamos en el Nobel de Literatura y no solo no nos lo han dado, sino que se lo han otorgado a alguien que menosprecia profundamente la lengua y la literatura catalanas. [..] Detesta el catalán y lamenta y critica, como un Savater cualquiera, nuestra tozuda resistencia a continuar manteniéndolo vivo. [..] Para Vargas Llosa el catalán, como lengua literaria, le es tan repugnante como el aimara o el quechua’. Según Cucarella, Vargas Llosa querría que el catalán ‘hubiese desaparecido’, y sospecha que sus ‘oscuras intenciones’ podrían derivarse de ‘las investigaciones que sobre el Lazarillo de Tormes (Llàtzer de Tormos) y El Quijote (El Quixot) ha hecho Jordi Bilbeny, esclarecedor de la ya indiscutible catalanidad de Cristóbal Colón y de la trama castellana que le convirtió en un atrevido navegante genovés’…”
Un comentarista dejó en www.lagrancorrupcion.blogspot.com “et falta un bull amic”, te falta un hervor amigo… o sea, estás como una cabra. Tienen gracia insultando. Indiscutiblemente no lo he borrado, me gusta leerlo, y hasta puede que tenga razón… mi lector catalanista.
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