La Gran Corrupción: URDANGARÍN, EL RESTAURANTE “EL POU” ¿EL PRIMERO DE SUS EXTRAÑOS NEGOCIOS?

viernes, 2 de marzo de 2012

URDANGARÍN, EL RESTAURANTE “EL POU” ¿EL PRIMERO DE SUS EXTRAÑOS NEGOCIOS?

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 2-03-2012. Cuando el pasado diciembre mi amigo Luis (ver LEGITIMIDAD) cargaba las tintas contra el socio DIEGO TORRES por sus clases en ESADE, doctorado, conferencias y “patrocinios”, yo recordando únicamente la oferta de venta del restaurante EL POU, pasaje Lluis Pellicer 12, hace 11 o 12 años, me dije que lo de “engañado por el socio” no me cuadraba. La operación del restaurante me olía a estafa o tapadera, o mínimo engaño a acreedores (80 millones de pesetas) y al posible comprador si lo fuera de buena fe, caso que vistos los balances y tipo de negocio era imposible.

Cité el restaurante pero sin meterme en juicios de valor. Pero ya que el duque se atribuye el derecho de acusar a su socio de ladrón, yo me lo atribuyo para rebuscando viejos y desechados papeles publicar informes y balances de ABIVO SA propietaria como único activo del restaurante, cuyo local era de alquiler.

El día 20-08-1997 él y unos amigos compran la sociedad, o sea, el restaurante. Urdangarín es nombrado presidente y consejero delegado, y se inician tres años en que un vistazo a la contabilidad oficial nos muestra que la sociedad debió derivar a actividades ajenas a la hostelería.

Al tercer ejercicio, 1999, con seis empleados las pérdidas se elevan a 25.000.000 millones de pesetas (cuando el ejercicio del 97 es positivo y equilibrado) los fondos propios en negativo por 38.885.000 y los acreedores a corto plazo 49.078.000. Para un casi cuchitril, que en principio definí un capricho de jovenzuelos triunfadores, los 80 millones que decían a cargo de quien comprara me parecía un insulto a cualquier mediana inteligencia… resumiendo, encontraron quien se quedó el muerto, le engañaron, y tuvo que cerrar acuciado por hasta la SSSS, que jamás se pagó.

Me consta que los acreedores no cobraron… por imposible alcanzar al Duque, que además señaló como responsable al comprador. Supongo que me he explicado sin necesidad de profundizar en lo que realmente pienso.