Rafael del Barco Carreras
2-07-10. Nuevos imputados; el regidor de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, teniente-alcalde Ramón García-Bragado, el gerente de Urbanismo Ramón Massaguer, y el arquitecto Carlos Díaz, socio de Oscar Tusquets.
Félix Millet ¡de ser cierta su dudosa implicación! trataría con total deferencia a los subordinados del Alcalde, quizá pensando en otros de sus muchos negocios, pero para el Palau no les necesitaba, ellos obedecerían, y hasta demasiado si nos atenemos al pliego de acusaciones; ocultar la titularidad de Olivia Hotels, (que pagaba los impuestos municipales de ese edificio con ese nombre), faltar a la verdad, y esconder una operación especulativa.
En estos casos las recalificaciones no es que sean especulativas, son un fraude: el primero de la escalada hasta la total ruina del País, el segundo escalón es el crédito hipotecario en una caixa sobre un valor de pura ficción, etc.etc. Y el Alcalde Hereu confía totalmente en sus subordinados, ¿sabe que son inocentes?, y se extraña a la pregunta de un periodista por la excarcelación el mismo día de Millet y Montull. Que la jueza del Juzgado n. 10 de Barcelona rectifique una prisión con rápida excarcelación sin fianza, no tiene más explicación de que se convenció de la inocencia o escasa implicación en la “recalificación”. Lejos pues las rápidas excarcelaciones del juez Pascual Estevill con participación de Juan Piqué Vidal, ahora defensor en la sombra de Félix Millet. De las últimas declaraciones y la aportación de documentación a la Fiscalía por parte del nuevo gerente del Palau de la Música, Joan Linares, la jueza ha sacado nuevas conclusiones que difieren muy mucho de las tesis socialistas.
Escribe A. Fernández en El Confidencial de f. 1-07-10: “Un documento manuscrito de Jordi Montull, ex director administrativo del Palau y mano derecha de Millet, olvidado en los despachos de la institución decía textualmente que, en referencia al Plan Especial entorno Palau de la Música, había habido una conversación telefónica clave para entender que Millet no manejaba nada, sino que los capitostes de la administración conocían todo el entramado en el que el hábil rapiñador se movía”.
El Félix Millet, condecorado y prohombre de la Ciudad, no iniciaría el expediente por ventanilla, ni perdería el tiempo con un teniente de alcalde o gerente, y otro tanto con los equivalentes en la Generalitat. Repito, pudiera ni siquiera ser el promotor de la idea. Se barajan demasiados millones para pagarse a simples burócratas de un complejo e ilegal expediente. Más bien, lo lógico, y recurro de nuevo al ejemplo de la Clínica Teknon, o al edificio de la ampliación del Corte Inglés de la Plaza Cataluña, juicio caso Hacienda de Barcelona. El Presidente de la Generalitat Jordi Pujol, tras varias entrevistas con su amigo y dueño, Enric Bernat de Chupa Chups, y la gerencia del Corte Inglés, ordenaría a sus segundos que iniciaran un expediente de recalificación o cambio de uso, que se pactaría con el Alcalde Pascual Maragall, de balcón a balcón en la Plaza San Jaime. Con la clínica cumpliría los deseos de su empresario modelo (modelo de repartos) Javier de la Rosa. Al igual Diagonal Mar, con el hombre de paja John Rosillo de la mano de los Pujol, comprando terrenos para recalificar y revalorizar. Cifras exorbitantes, revaloraciones del uno al diez en el mismo día y notario… con pagos cuyo destino la Fiscalía Anticorrupción no comprobó.
El mecanismo de recalificaciones con mucho dinero inicial es impensable sin Presidente o Alcalde, y los tenientes o gerentes en casos de estrechísima relación del solicitante con sus jefes… pues ya se sabe, su sueldo pende de un hilo si discrepan. Sucede que por la complejidad (bordeando o inflingiendo reglamentos) de los expedientes surgen relajamientos e impunidades fatales ante un juez. ¡Se deben al mando!, los tics fascistas donde el jefe es Ley. Y la bordean tanto, para complacer a la superioridad, que descubierto el enredo por la denuncia de las organizaciones vecinales, no pueden confesar que se lo ordenaron. Porque no fue así, nunca se dan órdenes taxativas y minuciosas, su iniciativa debía completar los silencios de la jefatura. Una iniciativa y capacidad técnica por las que se supone les nombrarían para su rentable cargo. Y si añadimos que en las primeras declaraciones huirán de cualquier implicación (sus sueldos penden de ese hilo) pueden adentrarse en el fatal camino sin retorno del delito con dolo incluido.
El Socialismo barcelonés se ha metido en otro pastizal peor que el de la remodelación de la Diagonal. Veremos que declaran en el Parlament ¡si les citan! los actuales socialistas imputados. ¿Dirán que un buen día un tal señor Millet les sobornó para construir ante su feudo un hotel de lujo? De no ser así, que parece no fue, de quien partían las órdenes, y a quién el dinero pagado por el real promotor Olivia Hotels. Los genios de la manipulación deberán exprimirse el cerebro, para que bien manejado el escándalo por su Prensa y Tele, se empantane en otra turbia agua de borrajas.
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