LXIV. JUICIO A LA CORRUPCIÓN EN LA DELEGACIÓN DE HACIENDA DE BARCELONA.
Rafael del Barco Carreras
Sesión 16-06-10. Ayer se pronunciaron las palabras del ritual, “visto para sentencia”. Se prevé para octubre o noviembre. ¡Largo me lo fiais! Pero no culpo a los jueces, van a tener mucho trabajo; documentación, tesis y antítesis, olvidos y años, casi otros tiempos de ocurridos los supuestos delitos.
En honor a la verdad no me han parecido proclives a nada, o no como los que me juzgaron por el caso Consorcio de la Zona Franca de Barcelona que en tres días sentenciaron un proceso donde hubiera debido desfilar casi todo el Poder de Barcelona, Movimiento, PSE, UCD y banqueros. ¡Que se le pregunten al actual presidente de la Audiencia, José Luis Barrera Cogollos, que formó parte de tan expeditivo y “especial” tribunal! Entonces como ahora, o ahora como entonces, al no desfilar los reales autores y beneficiados, y además Fiscalía Anticorrupción y la Abogacía del Estado empeñarse, ya desde los primeros momentos de la instrucción del caso, en tapar y exculpar al Poder, el juicio se muestra a mi entender, imposible. El puzle se vislumbra, se adivina, pero le faltan tantas piezas, que con las aportadas, repintadas y recortadas, se puede minimizar y recomponer de cualquier forma y color. Es decir, si los jueces son honestos, y durante DIEZ MESES así me lo han parecido por las muchísimas intervenciones de la presidenta Doña Carmen Sánchez-Albornoz Bernabé, tienen difícil tarea, ¡dictar sentencia!
Me inicié como espectador y comentando “a mi manera”, primero convencido que el tema acabaría antes de empezar, todo prescrito, pero como diríamos en mi niñez la cosa tomó carrerilla, demasiada porquería para meterla de un golpe debajo de una alfombra que se la tragara para la eternidad. Y se ha juzgado a mi entender a la GRAN CORRUPCIÓN BARCELONESA, (recalificaciones y precios multiplicados, sobornos o extorsiones, bancos que no aportan pruebas, fiscalía que excluye acusados, etc.) sin sentar en el banquillo a los gobiernos de Felipe González y a los de Jordi Pujol. Se ha oído tanto sobre los terrenos de Villa Olímpica (los Vidal-Folch) o Diagonal Mar-Fórum, sin olvidarnos de la pincelada de Plaza Cataluña y su Corte Inglés, donde poco o nada tuvieron que ver los acusados, que es evidente nos hemos perdido conocer con profundidad los cimientos de la actual quiebra de Cataluña y España.
En principio me disponía a presenciar el acto final del gran culebrón jurídico de Javier de la Rosa, a quien de autor de mis desgracias he rebajado a polichinela, a histriónico pagano de un infinito número de corruptos. Tras su gran capacidad de “levantar dinero”, y estafarlo, se añadieron los refinados chupócteros del Poder, que además por la consiguiente corrupción de Fiscalía y Judicatura, se han librado del banquillo, ¡Chapeau por ellos!
Por ese papanatismo donde a todos nos sumerge la Prensa y sus versiones al dictado de los poderosos, me inicié en los comentarios arrasando a los dieciséis del banquillo, hasta que me vi reflejado en ellos, o en algunos, envueltos y juzgados por cruzarse en sus vidas, empresas y profesiones, un Estado y su Hacienda, corrompida desde el vértice.
Hoy me proponía comentar sobre otra GRAN CORRUPCIÓN; el cuento de la reforma laboral, otra mordida a ese mal llamado “Estado del Bienestar”, y el numerito de la Huelga General, pero ya habrá tiempo. La Tele, con su guión único, ya marcará lo que se deba creer, que de no incluir la inmensa magnitud de lo percibido, que no juzgado, durante esos últimos meses en este juicio… es que todo cabe en el “entre que gente estamos… en que república vivimos” de Cicerón, o el “estamos en mundo tan singular que el vivir solo es soñar… sueña el Rey que es Rey…” de Calderón. ¡Perdón por el ramalazo intelectualoide!
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