Rafael del Barco Carreras
Me he propuesto comparar vidas y milagros entre pares, antiguos y nuevos. Pero me desbordan las cifras, y al paso iniciado, los casos. Parecido guión y filosofía. Si Javier de la Rosa invierte la mitad del pasivo del banco en Tierras de Almería SA, 53.000 millones de pesetas de los primeros 80, ¡se podía comprar TODA ALMERÍA!, y el resto entre unos cuatro quebrados empresarios, la Caja Castilla lo hace en el aeropuerto de Ciudad Real, repitiendo lo de los pocos amiguetes, tan aparentemente quebrados como los de De la Rosa. “¡Sevicia contra el banco!” gritó el “hombre” del Banco de España en Banesto, López de Letona, “de juzgado de guardia”. Lo de “sevicia” se traduce por “atraco desde dentro”.
Básicamente esas cifras son falsas, un saco sin fondo donde cargar robos y fracasos. La única verdad es que así están reflejadas en balance. En si mismas van más allá de un simple fracaso financiero o irregularidad administrativa, que en principio el Banco de España ni corrige ni menos “interviene” a tiempo. Ya en el Instituto Bancario nos enseñaban por los 60 la reglamentación del Banco de España imponiendo el tope máximo de inversión en una persona o grupo empresarial en máximo del 5% del CAPITAL Y RESERVAS DE LA ENTIDAD. En teoría ninguna quiebra afectaría ni el capital del banco ni menos el dinero de sus impositores. Y es evidente que el Banco de España a través de su Central de Riesgos conocía las inversiones de esa y todas las cajas.
Leer en tres páginas de un libro lo sucedido en ese Banco hace unos 25 años y comparar, no solo puede ser una distracción, es la evidencia que el Sistema Financiero Español no ha corregido sus errores, ni con el poder absoluto regulador e inspector del Banco de España ni menos por la regulación de la Bolsa por el CNMV. Los directivos, parecido a si uno de sus empleados de caja robara los ingresos, saquean impunemente las instituciones. En el Aeropuerto de Ciudad Real, donde si leemos las primeras noticias se invierten 400 millones de euros por el 25% del capital de la sociedad anónima creada para el proyecto, el resto, dicen, es financiado por la Caja en dos vertientes; las obras, certificaciones, y el porcentaje en acciones de los cuatro amiguetes. Resumiendo, si se gana, ¿¿??, las acciones suben o se hacen subir, en teoría se paga el crédito y el grupito “contento”, y si se pierde, paga la CAJA. ¿Cómo se seleccionan los amigos para esos negocios donde nadie invierte un duro? Un interesante “concurso-oposición”.
La traca final. Tenemos al igual que entonces, y ahora en todas las comprometidas y problemáticas inversiones, UNOS ÁRABES comprando, pero cuando preguntan al ÁRABE… no sabe ni donde está CIUDAD REAL. España y sus “genios financieros” son tan conocidos en toda la Península y alrededores del Oriente Medio que seguro corren chistes sobre invertir en ese país de chorizos… donde no solo no cortan la mano a los ladrones ¡qué salvajada!... es que ni entran en prisión.
Y otra similitud, si nadie fue detenido por el Banco Garriga Nogués, por el momento no existen ni rumores de que lo vayan a ser los de la CAJA CASTILLA LA MANCHA. ¿Cuánto reparto y connivencias son necesarias para no ordenar a la Fiscalía y Policía intervenir? Si se detuviera a alguien se destaparía el tarro de las esencias, como ha sucedido en el caso de los macroprostíbulos Riviera-Saratoga, y sucede en general en cualquier caso penal. Y el Estado seguirá pagando… porque en definitiva el desmadre es el propio Estado.
Ver en www.lagrancorrupcion.com y www.lagrancorrupcion.blogspot.com
El libro de 1991 abunda de "errores periodísticos", pero, repito, vale como referencia... ampliar las imágenes...
viernes, 3 de abril de 2009
CAJA CASTILLA LA MANCHA VERSUS BANCO GARRIGA NOGUÉS.
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