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jueves, 31 de enero de 2008

ELECCIONES 2008

ELECCIONES 2008.

Rafael del Barco Carreras

No he votado nunca. Con Franco porque los referendums o “terciosfamiliares” pura mascarada, y la pactada Constitución un arreglo entre el Sistema y el llamado Antifranquismo. Aquello no eran Elecciones Libres y Generales. Ni Santiago Carrillo, venido de un oscuro Comunismo, ni el Rey con su Adolfo Suárez, la “cara nueva y buena” del Franquismo, ni siquiera esos charlatanes de barrio y Campus Universitario, Felipe González y Alfonso Guerra, refrendados por unas siglas del más allá de mi realidad, Barcelona, me parecían legitimados a encauzar a un pueblo, yo mismo, que de espaldas al franquismo y luchando por su existencia diaria, consiguiendo unas cotas de desarrollo nunca soñadas, podían y debían votar “listas abiertas”. En definitiva como se habían barrido todas las dictaduras fascistas del Mundo. Aquellos pactos de trastienda “metiendo en el pastel” a una “oposición” que en la práctica no existió, me parecía, y lo sigue pareciendo, la continuidad sin Franco, lo de “atado y bien atado”. Los mismos, repartiendo protagonismos, algunos cargos, y dinero.
Y durante treinta años, ¿porqué iba a votar a unas listas, las del PSOE, PP o CIU, encabezadas por gentes en participación directa en las “finanzas-estafas” de Javier de la Rosa, base y causa de mis desgracias y años de cárcel?, y el resto de listas ni de lejos cuadraban con mis cada día menguados postulados. Y no es que yo no fuera un “hombre político”, siempre me interesó la política, y a mis veinte años me presenté a “enlace sindical” en el Banco Comercial Transatlántico, y salí elegido, aunque pronto me arrepintiera. Demasiado “rojo” para los jefes.
Y ahora, Rajoy y Zapatero. Rajoy, que si 150€ a las pensiones, la mía es de las bajas que por no alcanzar a la más bajas, las pobres viudas de 200€, tampoco se beneficia de la subida del 6% anual y se detiene en la de la inflación, o los 400€ de Zapatero, que no se sabe si alcanzará a los que pagan IRPF pero con devolución en Renta, o sea a los más pobres, o deducirán de la nómina, o de la declaración de Renta, o…o…o… ¡Qué pastel!, ¡comprando votos con la promesa de revolver en las finanzas públicas!.
Promesas a esa franja de un millón de individuos que creen que se mueve por una miseria. Pero son gente que sabe sumar, les obliga la subsistencia y la compra diaria, y las promesas “no cumplidas”, por ejemplo la subida a las “no contributivas”, y el disparatado aumento del coste de la vida, muy por encima de cualquier porcentaje oficial, desorientan, y molestan.
Esas promesas me evidencian hallarme antes dos grupos profesionales del Sistema en lucha solo por y para el Poder. Las PENSIONES no se aproximarán ni de lejos a las de los países de nuestro entorno que con su paga mensual se compran la casita en nuestras costas. Ni el grabe problema de la droga con cifras tan disparatadas que ha complicado la eterna CORRUPCION. Ni de lejos reformarán la “política” obligando “primarias”, “listas abiertas” y nada de votos cautivos en los Parlamentos y Ayuntamientos. O desmontarán la estructura burocrática de la FISCALÍA, introduciendo el verdadero control democrático en la JUSTICIA con jurados totales o mixtos, acabando con su franquista y endogámica corrupción … Y pido a vuela pluma, por lo que me ha afectado en la vida…sin esperar nada… y por lo tanto tan desilusionado como ese CASI CINCUENTA POR CIENTO DE CATALANES QUE NO VOTARÁ, ¡qué su fagin ells!…no votaré…y repito, en las LISTAS de los tres grandes siguen apareciendo chupópteros de De la Rosa… o sus inmediatos elegidos a dedo…

lunes, 28 de enero de 2008

JUICIO GRAN TIBIDABO

JUICIO GRAN TIBIDABO
CONTABILIDAD
“INGENIERÍA FINANCIERA”
Y FISCALÍA

Rafael del Barco Carreras

Encajaría como título en una película del realismo italiano de los cincuenta, pero se refiere al 2008 y sobre el Caso Gran Tibidabo. Ente los contables que alcanzamos los tiempos de relleno del Libro Diario y Mayor con plumilla y redondilla (los manguitos y visera no los alcancé) y el bolígrafo sustituía la estilográfica (con fuerte oposición), corría el chiste, hoy ininteligible, del viejo contable al que el dueño ve abrir el cajón, y cerrar rápidamente, cada día, y durante décadas, al iniciar la jornada, descubriendo un día en uno de los lados un gran letrero advirtiendo, “LAS ENTRADAS AL DEBE, LAS SALIDAS AL HABER”.
Hoy infinidad de “administrativos” con titulaciones y master no entienden el anunciado, la base y primer mandamiento de la contabilidad por partida doble (los ordenadores ahorran entender hasta sus menús), pero el otro de los chistes en el oficio se viene repitiendo desde antes incluso del invento por los siglos XV de las bases de toda buena y controlada administración. El cajero o contable se presenta compungido y arrepentido al dueño confesando que por las “mujeres o el juego” le ha robado. La cantidad debe ser importante respecto al bolsillo del dueño, y por lo tanto también la relativa solución. De entre la familia para que no le lleven a la cárcel ha reunido tanto… y el dueño acepta… de lo perdido a recuperar lo que se pueda…aunque los hubo, y hay, que prefirieron romper la cara al contable y encima meterlo en la cárcel.
Esta introducción un tanto enrevesada vale para limpiando de palabras, retórica, demagogia y cara dura, descubramos que en definitiva el “financiero y empresario modelo Javier de la Rosa” no es más que un contable charlatán y chorizo, pero que además ni se molestaba en abrir el cajón para contabilizar el movimiento de caja diario, sino que distrayendo al dueño en las bíblicas estafas piramidales, donde hasta parecía obtener ganancias, se quedaba poco a poco o mucho a mucho con todo. Es sencillo. Y en este caso entran en juego los fiscales, la Ley, y entre Carlos Jiménez Villarejo que nos dice en todos los periódicos y medios de comunicación, una y otra vez, lo complicado de las INGENIERÍAS FINANCIERAS de los casos “De la Rosa”, y su sucesor, compañero y segundo durante décadas, José María Mena, que difunde lo de CASO AISLADO respecto a Pascual Estevill, “nos temimos una generalización” (en la corrupción judicial se entiende), está aviada la JUSTICIA EN BARCELONA.
Lo complicado es él, su Fiscalía con mandato vitalicio (para garantizar su independencia vociferaba cuando le suprimieron lo de VITALICIO) y los tortuosos caminos de la Justicia y la Corrupción Española. En Londres lo entendieron rápido, un año para determinar si el Juzgado tenía jurisdicción, muy importante dentro de un verdadero Estado de Derecho, y otro para condenarle. De allí derivan todas las pruebas contra De la Rosa, ver www.lagrancorrupcion.com El dinero se lo llevan siempre las manos por donde pasa, y no hay más, y encima esas manos destruían toda contabilidad, si es que la hubo, porque en varios casos los justificantes, que no los libros contables, se confeccionan después de llevárselo en crudo, tipo Consorcio de la Zona Franca. Talones en blanco firmados por el padre y dinero que desaparece a través del Banco Garriga y Nogués. No existe la INGENIERÍA FINANCIERA, solo la desvergüenza de un Sistema inmerso en la Corrupción, donde además y antes de pensar en cómo resarcir y aplacar al dueño (De la Rosa siempre dejaba alguna zanahoria para roer después del consabido “les compro el negocio”) pensaba en el coste de un “arreglo” si el dueño no se avenía y denunciaba. O sea, CASO GRAN TIBIDABO, del importe robado, una parte para que los dueños se peleen entre sí, y otra tan grande o más para el SISTEMA, y el resto hasta 30.000 millones a paraísos fiscales, Fundación Blomor y otras. De ahí la necesidad de JUAN PIQUÉ VIDAL, confundiendo trayectorias. Por eso, él, más abogado que contable, montó sus INGENIERÍAS pensando en los Carlos Jiménez Villarejo y José María Mena, y a quienes servían, a LOS DEL ESTADO (socios en el negocios del despiste descapitalizador), todos “abogados” de una gran escuela, la corrupta desde siglos DICTADURA FUNCIONARIAL ESPAÑOLA. Y para que no se enfaden los DECENTES, la mayoría (en este caso en cuanto a mí más peligrosos que los corruptos), diré que bastan las habilidades de los “genios del Derecho” sumadas a unos pocos corruptos para conseguir CATORCE AÑOS DE INSTRUCCIÓN, acusados de tercera división, y una condena inferior a la del LUTE por unas gallinas. Ver www.lagrancorrupcion.com

sábado, 26 de enero de 2008

13. LA MODELO. SIGUE 2º SEMESTRE DE 1982

13. LA MODELO. Sigue 2º semestre de 1982.

Rafael del Barco Carreras


La presión alcanzada en el verano del 82, no solo por el calor agobiante de aquel año, sino por las consignas socialistas que nadie parecía dispuesto a ni siquiera considerar después de varios meses de Gobierno Socialista, reventó el último trimestre del año, amenazando 1983. Se hablaba abiertamente de una nueva edición de los motines, multiplicándose las autolesiones, y alguno se subió de nuevo a los tejados. Amnistía y juicios rápidos, se pedía. Si en 1977 los motines fueron más políticos que prácticos, los presos se tomaron en serio lo de la Constitución y poco menos reclamaban los derechos que las películas atribuían a toda Democracia, entonces el número de presos y por lo que me contaron la violencia oficial era mínima, ahora se juntaban los dos conceptos, la vida interior era un sufrimiento total por la masificación y carencias más elementales, y la Justicia no funcionaba. Un año muy activo en la Quinta, el Director Camacho, solucionador de los motines del 77, aplicaría su fórmula, palizas a destajo de madrugada. Entre las continuas peleas y navajazos y los métodos para mantener el terror el trasiego al Clínico era constante.
Mi nueva celda casi el doble de amplia que las normales, con dos compañeros más que aceptables (mi compañero de causa Serena y el director del Banco Central del Caso Baret), pintada, duchas nuevas y limpias a mano, con mi mujer en una relación de casi vida normal, me convertían en ajeno a todo suceso del interior. Mi única preocupación, la libertad tras el juicio, que aunque podría tardar, creaba cierta esperanza. Pero de donde menos se esperaba, saltaba una liebre.
Uno de los continuos visitantes de Doña Pilar era el joven y recién contratado médico, el doctor Ginel, a tiempo total, o eso decían, no como Baguñá que aparecía entre sus varios empleos. Le conocí bien y hasta comimos juntos varias veces en la cocinilla de funcionarios. La Enfermería había dejado de ser refugio de cuentistas y enchufados, aunque el nuevo médico aportara su granito o granazo de arena, demostrado en su condena cuatro años después por ingresar en el Banco Guipuzcoano, donde andaba de “relaciones públicas” el marido de Doña Pilar, un talón de 200.000 pesetas de un preso en proceso de “clasificación”. Pero eso ya es futuro. Decía que la enfermería tan utilizada para diversas historias, se convirtió en de “verdad”. Nadie pedía su “refugio”, la tuberculosis, toda la escala de hepatitis, sífilis, venéreas y sus rápidos y numerosos progresos degenerativos, aconsejaban ni acercarse, ¡y aun no se había inventado el SIDA!. Yo en mi ignorante ciencia médica lo relacionaba todo con la droga. Si la mitad de una galería con setecientos individuos se inyectaba sin más cuidado que lavar la aguja con limón o lejía (productos que tampoco abundaban), al deterioro de la heroína, a menudo mezclada con yeso de la pared, y normal con aspirina, se añadían todos los virus y bacterias imaginables. La anemia, con sus cuerpos esqueléticos, no procedía de la falta de alimentos, rancho y de la “calle” llenaban de sobra cualquier estómago. En un país que ya había un médico por cada mil habitantes, allí dos mil seiscientos, en la peor de las circunstancias imaginables, en principio uno a tiempo parcial. Una suerte añadida, nunca lo necesité, aunque pretendiera hacerme cliente para una supuesta enfermedad.
Si ante Don Daniel disimulé mal mi sorpresa por las facturas y recibos en blanco firmados por los proveedores, las dos hojas en ciclostil que se utilizaban para clasificar a los penados no me provocaron ni frío ni calor, dos años en aquel antro borraban los posibles sentimientos, pero unos años antes aun era peor. El trabajo de la primera y única psicóloga, criminóloga y jurista, sin titulación alguna, lo realizaba Don Pablo, el capellán, y con unos razonamientos convertidos en la práctica en puros burocratizados tópicos se decidía el futuro de miles de personas. Montones de esas hojas, sin más orden que su amontonamiento día a día en el suelo de un pasillo tras las oficinas “técnicas”, me entretuvieron algunas de las muchas horas de soledad del último año de mi prisión. Un montón que desde el suelo alcanzaba mi pecho y otro mi cintura, aguantándose apoyados en un ángulo entre paredes, pueden dar idea de los miles de folios que guardaba tan peculiar archivo.
La Inquisición en estado puro, pensé. Si los juicios se decidían partiendo del atestado policial con culpabilidades obtenidas por palizas convertidas en tortura si no se obtenían las declaraciones al gusto del comisario (con razón la Policía era la mejor y más efectiva del Mundo), y en la comisaría o en el juzgados aparecían “adecuados” testigos, y después de por fin condenados, la mitad de los ingresados en prisión se pasaban gran parte de su posible condena en “prisión preventiva”, es decir, sin ni siquiera juicio, y para rematar el proceso, un cura, franquista y retrógrado, decidiría el remate final, el panorama de la Justicia se puede asegurar que era tétrico. Ni que decir tiene que la “pobre gente” lo pasaba muy mal. Pasó a menudo que del consabido se “entra por una puerta y se sale por la otra” se podía entrar por un delito menor, o inocente, y pasarse la vida en la cárcel.
De la hoja, en su mayor parte ocupada por las firmas de la Junta de Administración y Tratamiento, se pasó a las dos de Doña Pilar. Se iniciaba con tres o cuatro líneas de la sentencia, describiendo el delito, estafa, robo con o sin fuerza, violador, pederasta, homicidio, asesinato, con remarcado “homosexual” de serlo o parecerlo…etc… A continuación la interpretación del test de Rochas, las famosas manchas de tinta china en unas cuartillas, tan vistas en las películas de blanco y negro, añadiendo lo de “desestructuración familiar”, marginal, alcohólico, drogadicto. Doña Pilar también tenía estereotipados los “profundos estudios” psicológicos surgidos de la interpretación de las manchas, sobre las que todos comentaban que solo veían coños abiertos. Catalogué el dichoso test en otra de las muchas estafas que flotan por la humanidad. En definitiva era tan fácil encuadrar las diferentes personalidades y circunstancias vitales como en los horóscopos o las cartas astrales, a las que era tan aficionada doña Pilar que un preso hábil en ese trazado de líneas en el cosmos obtendría un buen enchufe en el patio exterior. Se añadía una valoración de 0 al 10 de aptitudes, agresividad, labilidad, arraigo familiar, etc… y tres o cuatro líneas de recomendaciones sobre el individuo, o sea, su clasificación en primer, segundo o tercer grado. En “primer grado”, lo peor, partiendo de su comportamiento en la cárcel, o la atrocidad del delito. Imaginar el futuro para un individuo en primer grado es tan terrible, entonces y ahora, que si por el delito nunca justifiqué la pena de muerte, y no por no merecerla, sino por no otorgar a nadie, léase Estado, la atribución de aplicarla, después de ver a los de “primer” grado, elegiría para mi la muerte antes que alguna de las circunstancias sufridas en esa clasificación, y como con la muerte, nadie debería tener tanto poder sobre un individuo. El general “segundo grado” comportaba el “a viajar”, con penales de más o menos valoración, todos querían ir a Santoña y nadie a Ocaña o el Puerto de Santa María. Y el “tercer grado”, los menos, la libertad. Una gatera por donde se colaban los pocos con dinero o “relación social” que llegaban a ese estadio del proceso penal. Así me lo demostraba el trasiego de abogados, ocupándose de sus clientes “de pago”.
Viendo lo visto, mis esperanzas en Doña Pilar dejaron de cuadrar con las de mi mujer, por más que me callara. Con los socialistas en el Poder, un proceso bastante lógico que me condenaran a los doce años pedidos, y alguien, por encima, se interesara por el cumplimiento sin escapes. Si Narcís Serra, mi acusador, ya Ministro del Ejército, se imponía como en las peticiones de libertad con fianza, aviado estaba, por mucho que mi mujer cuidara la recién amistad con Pilar, el futuro sería “viajar”. Un remate digno de una acusación falsa y torticera, y aun no sabía lo que el futuro pondría ante mis ojos y los de toda la ciudadanía sobre los personajes clave en aquel desfalco y proceso. Me preguntaba cuantos de mis compañeros de infortunio eran inocentes, y su condena encubría los delitos de otros, o la simple solución arbitraria policial y judicial, que hicieron de España el país con más alto porcentaje de casos solucionados. Los de los asesinatos de Viola, Bulto y el incendio de la Escala, los casos más célebres entonces, lo repetían en todas sus conversaciones. Y ni comento las del caso del Aceite de Colza, todo un engendro, donde lo único cierto mil muertos, y miles de años de cárcel. Quizá los únicos aceptando su culpa, cogidos con las manos en la masa, los secuestradores de Quini.
Recordaba mucho a uno de los del primer año de patio, un raterillo que tras cuatro años de preventiva, y sin abogado, ni se preguntaba cuando le juzgarían. Ordené a Pascual Estevill que se interesara por el individuo descubriendo que su sumario en Villanueva y Geltrú no existía porque el juzgado se destruyó en un incendio. Le soltaron de inmediato, aun conservo la carta de agradecimiento desde un pueblecito de Castilla. Ese recuerdo, la desaparición en el Supremo de nuestro recurso, los dos años de prisión preventiva, la negativa absoluta del Presidente de la Audiencia, Alfonso Hernández Pardo, a conceder la libertad con fianza, marcaban demasiados hitos para el próximo camino de mi vida. Al “Rafael hemos de conseguir que os juzguen, se lo insisto a Gonzalo…y después el Tercer Grado y a la calle…”, yo afirmaba, aunque más escéptico cada día. Tampoco compartía su fe en el nuevo abogado, Gonzalo Quintero Olivares, su única labor “cobrar las minutas”. Con los años me he preguntado si durante más de un año no se enteró de las íntimas relaciones de sus compañeros de partido (donde él por lo sabido pesaba y mucho), capitaneados por Serra y Maragall, con Javier de la Rosa, los miles de millones obtenidos, el doble juego de mi ex abogado Pascual Estevill, y como mínimo en sintonía con mis escritos iniciales dejar constancia. Y encima él se colocó entre los primeros amigos de mi ex abogado. Continuará.

miércoles, 23 de enero de 2008

GOOGLE TENDRÁ QUE OLVIDAR TU PASADO

“GOOGLE TENDRÁ QUE OLVIDAR TU PASADO”

Rafael del Barco Carreras

“Información contra usted que alguien ha introducido” o “Google no tiene piedad”. Son frases que ayer leí en “Calle 1440” o se oyen en televisiones y todos los grandes medios, que por desgracia dominan en las referencias y entradas en Google. Y si nos referimos a los POLÍTICOS no hay grupo o partido que no haya redactado una LEY DE CONTROL A INTERNET. Podríamos catalogar los REGÍMENES, en dictatoriales puros y duros que cortan sin paliativos la posibilidad de conectarse, los de DEMOCRACIA A SU MANERA, con cortes y leyes más o menos efectivas, y las DEMOCRACIAS PURAS, que ni pueden ni quieren poner puertas al campo, las leyes existentes regulan suficiente y hasta demasiado. El “CONTROL” en todas las facetas de la vida y gobierno siempre ha abocado a MÁS PODER EN EL PODER, facilitando la ARBITRARIEDAD Y CORRUPCIÓN.
Para “Calle 1440”, www.legitimidad.es, y tantos lanzados a la ESPERANZA, GOOGLE O INTERNET representa la mayor y única posibilidad de LIBERTAD, y la libertad dio miedo no solo a los GOBERNANTES y clases dirigentes sino a los propios esclavos liberados. Es más fácil la dependencia, y mucho más la intelectual. ¡Qué piensen por mí y qué me digan lo que debo pensar, creer y hacer!. Si la LIBERTAD DE PRENSA, un gran avance en la Historia de la Humanidad, se coartó en lo referente a ESPAÑA con las SUBVENCIONES, CRÉDITOS Y PUBLICIDAD, ahora que el CASI MONOPOLIO INFORMATIVO se resquebraja, todos a una gritando lo de “control, control y control”.
Nadie controló a la prensa barcelonesa cuando mentía sobre mi vida sin consultar ni siquiera el Sumario ni preguntarme a mí, escribían y se callaban célebres periodistas…y nunca rectificaron a pesar de mis visitas y muchos escritos (algunos a sobresueldo de mis denunciantes). Leer en  HYPERLINK "http://www.lagrancorrupción.com" www.lagrancorrupción.com el artículo CORRUPCION EN LA PRENSA BARCELONESA, y aun hoy en día que tengo inundado INTERNET con el Caso…ni rectifican… ni existo, cuando en mi desgracia por su CORRUPCION existí demasiado.
La Libertad de “hasta mentir contra quien sea” tiene en INTERNET muchas más posibilidades incluso de autodefensa del ofendido de lo que tuvo nadie, no digo yo en la DICTADURA FRANQUISTA, sino en los treinta años posteriores, y es de notar que a mí, y permanece grabado, ya me han tachado de HIJO DE…, corruptos que prefieren el insulto a denunciarme por injurias y contra el honor, o xenófobo, algún loco del catalanismo por entender que lo de la GRAN CORRUPCION es ofensivo para Cataluña. Y hasta la amenaza de INVESTIGARME que aparece en el BLOG de Pilar Rahola por un anónimo que se celebra que yo sea “un don nadie mediático” y por lo tanto sin “peligro”. Que ella permitiera el anónimo, pues controla a sus comentaristas, poco o nada me importa, y le alabo publicar mi alegato posterior y hasta más de mis artículos, demostrando gran coherencia intelectual. Nunca he pretendido su alcance mediático, simplemente que se sepa “mi verdad”. Y la guerra sigue con el simple cierre por “correo no deseado”, enviarme virus, y más que supongo vendrán, pues como ya ha sufrido Luis Toribio de LEGITIMIDAD, ESPAÑA está entre esos países de DEMOCRACIA SUI GENERIS…lo de menos lo de resentido, mentiroso, delincuente… pero es la primera vez en mi vida, larga de 67 años, que puedo contestar cuando se merecen contestación…o argumentar y mostrar pruebas, si el interlocutor lo merece.
ESTOY ABSOLUTAMENTE CONVENCIDO QUE SI EN 1980 HUBIERA EXISTIDO INTERNET NI ME HUBIERAN ENCARCELADO NI MENOS CONDENADO. La inmunidad e impunidad del PODER conduce a la CORRUPCION. El PODER SIN CONTROL CORROMPE. El único CONTROL que la Sociedad debe admitir es el dirigido al PODER.

lunes, 21 de enero de 2008

JUICIO GRAN TIBIDABO

JUICIO GRAN TIBIDABO
MERCEDES MISOL HIERRO
Esposa de JAVIER DE LA ROSA

Rafael del Barco Carreras

En el banquillo del día 14 de enero ya no se sentaba la esposa. Es natural, si faltan tantos en ese banquillo porqué quejarte de que se libre la “pobre señora”. Toda una institución en España y en Barcelona, la de la “mujer propia”. La cara buena del machismo de siglos, tan profundo en la Judicatura Española que ni existían los “malos tratos” ni menos psicológicos. No hace tanto tiempo, los bienes de la propia, intocables. Miles de funcionarios públicos han exteriorizado su corrupción por enriquecimiento de su cónyuge, alguno ha enriquecido a sus suegros (caso Enrique Vera) para después “blanquear” con la Institución de la Herencia. Acusar a esposas de enriquecimiento ilícito poco ha funcionado, y lo de colaboración necesaria y hasta “cerebro” de la corrupción, nunca.
Me extrañó que en el caso Marbella se saltaran las santas instituciones tan arraigadas en Barcelona. Aquel Juez Torres, demasiado joven para entender nuestras inmemoriales tradiciones. Se limitó a cumplir con la Ley, y las pobres Isabel Pantoja y Maite Zaldívar lo sufrirían. Y aunque me tema que en este caso el machismo poco tiene que ver, como romántica tesis puede aceptarse, aunque la de los “pactos por callarse” más verosímil, pues por sus declaraciones a la prensa demostraba no solo saber la “procedencia del dinero de su marido” sino el destino de sus repartos. Muy incómodo ese banquillo para los “socios” del marido.
Ya recordé las multimillonarias cuentas indistintas del padre de Javier con su madre, Pilar Martí Sánchez (licenciada en Filosofía y Letras por Zaragoza), ver www.lagrancorrupcion.com, sin ni siquiera citación judicial. Y el caso del padre fue más chusco, pues demostrado, y por confesión propia, que su amante la francesa Ivonne Angelat, estaba forrada, y otras seudoamantes también, ni las incriminaron ni menos embargaron. La “pobre” Misol no se libraría como su suegra, aunque tampoco acabará en la cárcel.
Es normal, la mujer propia en esos estallidos de genialidad y suerte que enriquecen al marido nunca sabe la procedencia del dinero, y lo admito, con todas las reservas, sabida la superior capacidad intelectual femenina. La estupidez de la ignorancia y por tanto dependencia forman parte del machismo. Yo tampoco sabía de donde procedía la inmensa fortuna y liquidez de un abogado del Estado, Antonio de la Rosa Vázquez, su suegro, y me condenaron.
Y a la tesis del machismo, o la del silencio mafioso, añadamos la del dinero aplicado a la corrupción, y la de una gran saga familiar enraizada en la ADMINISTRACION. Cuentan ellos que al abuelo, abogado en la expropiación en 1926 de los terrenos de la ZONA FRANCA, lo fusilaron los ROJOS en el 36. Y el dato del hermano de Javier, Antonio de la Rosa Martí, abogado en el Ayuntamiento de Serra y Maragall (1980), y en la Generalitat de Pujol, (2000), sin ni siquiera presencia física, tiene enjundia, y a más abundancia sus hermanos Pilar (secretaria del padre) y Fernando (ingeniero) en el Consorcio de la Zona Franca (vaciado entre 1975-1979), y repitiendo el hermano Fernando en una empresa del Banco Garriga Nogués, el gran fiasco de Tierras de Almería SA. Eso en Barcelona, en cuanto a Madrid, y años después, aparece un primo consejero del Tribunal de Cuentas, Antonio de la Rosa Alemany, o su hermano José Francisco, cuñado de RODRIGO RATO, cuando se investiga la condonación por el Ministro de Industria, Joseph Piqué Camps, de 100.000 millones de créditos del ICO al Grupo TORRAS-KIO, de cuando Joseph Piqué fue Directivo y Presidente, pero concedidos por el Gobierno GONZÁLEZ. Por un lado vaciaban el Grupo KIO Y GRAN TIBIDABO y por otro inyectaban dinero público (1991-93). También se pelean, como con otro primo en Nueva York con el que no le cuadraban las cuentas. En versión de Javier, el primo para hacerse con unos saldos, le denunció y colaboró con los de KIO. Son varios los familiares que dicen no hablarse después de la cadena de estropicios, en el caso que nos ocupa el ya citado cuñado Alfons Maristany, directivo a la vez de la CAIXA y dos de sus bancos en paraísos fiscales, y apoderado de Gran Tibidabo.
Una lata la popularidad, porque de lo contrario ni aparecería en prensa e Internet la noticia de la muerte de Rafael de la Rosa Vázquez, el 30-5-2007, último alcalde franquista de Palma de Mallorca, 1972-1976, donde y cuando aparecen bienes e inversiones en el sector náutico (él es ingeniero inspector de buques) de su hermano el padre de Javier (Astilleros de Palma SA y Costeros de Levante SA), y del propio Javier en el Club Marítimo, donde atracaba con su magnífico Blue Legend. ¡Qué veraneos!, en Mallorca los Reyes y en Cadaqués su gran amigo y socio Juan Antonio Samaranch Torelló. ¡Menuda familia lanzada contra mí con el cuento de pervertir a Antonio al que conocí cuando a sus 60 años iría de bajada!, y no solo me refiero al sexo, sino a que prácticamente ya había finalizado su vida de corrupto, disfrutando de su aparente gran fortuna, y en meteórico y astronómico ascenso la del joven hijo Javier. ¡Qué no sabría la Señora en toda una vida juntos desde que el muchacho a sus veintipocos años se iniciara en el Banco Pastor, del que malas lenguas aseguran le invitaron al despido por unos extraños impagados!.

sábado, 19 de enero de 2008

12. LA MODELO. Sigue 2º semestre de 1982

12. LA MODELO. Sigue 2º semestre de 1982.

Rafael del Barco Carreras

Debía nombrar abogado, y si el ambiente político socialista me alentaba el pesimismo, y aun ignorando entonces la participación de Javier de la Rosa, de grado o por la fuerza del chantaje, en la financiación del PSC y del PSOE, decidí unas consultas con quien creía al margen de luchas políticas, el catedrático de civil Francisco Fernández de Villavicencio. Otro error. Ignorar los sutiles lazos en la profesión y política local me conduciría de nuevo a otro callejón sin salida. Mi admirado profesor en el Instituto Bancario, con quien en mi vida profesional contacté un par de veces, me recomendó a Gonzalo Quintero Olivares, un joven socialista consolidado y prometedor. ¿Socialista?. La teoría, mi teoría, inducida, era cortar el fuego con más fuego. Pero no funcionó. Otro año por delante, hasta el juicio. E igual que con Pascual Estevill, pasarían muchos años para entender mis funestos nombramientos. El futuro demostraría que en mis tres defensores privó más la voluntad de los poderosos que me tenían retenido para encubrir y culpar de un desfalco que no había hecho, y a la vez beneficiándose política y financieramente de que los del “Consorcio” estuvieran en prisión. Si para lo único que quería yo un abogado “socialista” era para que me sacara de allí antes del juicio y en libertad preparar una defensa que a buen seguro me salvaría de aquel embrollo, el nombramiento fue inútil. Pero mi mayor desilusión, superando la de no obtener la “imposible” libertad con fianza, o la de la condena a lo pasado en prisión, al fin y al cabo la soñada libertad, además de no aportar nada en el juicio, sería leer 20 años después sus íntimas relaciones profesionales con mi ex abogado y ya juez Luis Pascual Estevill. Deduje, ya tarde, que si eché en brazos de Piqué Vidal a Pascual Estevill, después al club se añadió mi tercer abogado en el caso, aunque todos ya tenían buena amistad y relación desde la Facultad.
A pocos días del nombramiento mis pequeñas ilusiones ya se habían desvanecido. Gonzalo aportaba un socio, Francés Jufresa. Los dos brillantes, su dominio de conceptos y artículos apabullaban, por más que a mi la palabrería dejó de impresionarme ya años atrás, pero la del joven Jufresa me gusto menos al traslucir conceptos como “es que vosotros los urbanizadores”. Reblandecer creando oscuridades. Un tema, las urbanizaciones, que por si tuviera pocos, no me olvidaría por más que yo pretendiera desentenderme. Las gestoras de las dos grandes urbanizaciones donde me veía involucrado ya hacía tiempo que políticamente habían enderezado la situación de sus “ilegalidad”. Yo no era el “urbanizador”, una serie de situaciones financieras tras la absorción de la Caja General de Crédito, Sociedad Cooperativa, por la Caja Ibérica, y de esta por el Banco Central, me situaron de administrador y avalista de la Urbanizadora Zona Rústica San Llop, en Tordera, y Can Fornaca, en Riudarenas. Que cinco años después intentara demostrar a mis abogados que yo no era el “urbanizador”, una inutilidad. En favor de Jufresa diría que el tema urbanizaciones se congeló, incluso se convenció y me convenció que se sobreseía el caso, el único penalmente abierto, Can Fornaca. Diez años después, resultó que estaba muy vivo.
Cuando los cimientos de un caso, o casa, se basa en arenas movedizas, o sea, todo mentiras, los equívocos se producen en cadena, y el de Jufresa pura minucia. Otro con más enjundia me había demostrado un año antes que en los altos medios financieros de Barcelona el tema Consorcio seguía el camino del puro disparate. Me llaman al Centro. Un notario. Caso insólito, transgrediendo todos los reglamentos del lugar y leyes afectando mi situación. El Banco Central me comunica que mis cuentas se han liquidado sin saldo ni a favor ni en contra. Yo calculaba que de la liquidación de la Caja Cooperativa, con mi aval, por las urbanizaciones y hasta por el movimiento muy posterior con varios negocios y promociones inmobiliarias los saldos negativos sumarían un par de centenares de millones, pues, en un milagroso acto de bondad, me perdonaban las deudas. Deducción, en la dirección general no querían verse involucrados en negocios con “Del Barco”. Una ingenuidad por mi parte ese pensamiento, lo que no querían era verse involucrados en una operación con el Consorcio que aún citada por el Periódico no trascendió. Quizá compensaron lo que perdieron conmigo con lo que habían ganado con Antonio de la Rosa, también varios cientos de millones por unas naves industriales financiadas y construidas por el “Grupo Central”, o aledaños.
Dos o tres conversaciones, a pie, en el pasillo, y me dije que en cuanto abogados, seguía sin tenerlos, eran más de ellos que míos. El sumario, cerrado, no se admitirían más pruebas, nada que hacer. La libertad con fianza, ni pedirla, puesto que anticipadamente se sabía que no se concedería, así pues, aunque me costarían más baratos que Pascual Estevill, solo cabía ver su actuación en el juicio, que evidente, tras los años pasados en prisión, me condenarían a lo que pedían Fiscalía, Ayuntamiento y Consorcio. Si lo presidiría el mismo que obstinadamente negaba la libertad, el resultado se veía claro. El juicio, puro trámite, y más el recurso al Supremo. Por primera vez oí hablar que podríamos recurrir a Estrasburgo, al Tribunal de Derechos Humanos. No había pruebas, ni para retenerme en prisión y menos condenarme. Eran simpáticos los jóvenes socialistas, ponían velas a todos los santos. Si tenía que recurrir a Estrasburgo, como ya varios de los condenados de entonces, aviado estaba. Si doce años, con dos, tres o cuatro de preventivo, se podían cerrar tras condenado con un “tercer grado”, lo de Estrasburgo me sonaba mal, muy mal, pero no discutiría mis planes con mis nuevos abogados. Silencio, y si hablando de Estrasburgo me preparaban para perder el aun lejano juicio, yo abriría otros frentes.
Y mi situación en la cárcel, no solo mejoraba, era inmejorable. Los apuntes de Doña Pilar los entregaba a Ana y una mecanógrafa exterior los mecanografiaba. Y si me libré de clases y apuntes de Criminología, algo aprendí de los sanos principios que ni de lejos regían en la casa. Otro tema, los formularios que rellenaba la “criminóloga”, y que firmaba como “La Letrado Jefe”, sin ser ni criminóloga ni menos letrado. No me libraba tan fácil, pues las más de las veces los mecanografiaba con ella esperando, pero con ello contentaba también a Don Antonio, el único funcionario de la sección, que se quitaba de encima su único trabajo.
Y si en el economato cuadraban hasta los hidratos de carbono, proteínas y calorías, ahora el formulario de “clasificación penitenciaria”, era otro cantar. Si la base del economato, con sus facturas falsas, y su perfecto cuadre, permitían al selecto grupo dirigente un vivir muy por encima de unos sueldos oficiales de pura miseria, aunque hubiera beneficios añadidos, como vivienda o economato, aquellos formularios admitían un juego total respecto a la distribución de “beneficios penitenciaros”, e indiscutiblemente allí la firmante jefe, si bien se manifestaba dueña del lugar, parecido a Don Daniel, solo era la punta del iceberg, y por encima o debajo flotaban los mismos que en los economatos, la Dirección, la Junta de Tratamiento, y algo remoto pero presente, Madrid, la Dirección General. Otra de las coincidencias, nunca nadie se opuso a las cuentas de Don Daniel, aunque todas las facturas y recibos de proveedores se confeccionaran con la misma máquina, y nunca nadie dejó de firmar el libro de actas de la Junta de Tratamiento, siempre todo ratificado en la Dirección General. Un Poder monolítico. Y eso me llevaba a la conclusión que un tercer grado “pactado” con Doña Pilar, iba a misa. No cabía duda sobre la perfecta simbiosis. Allí funcionaba perfectamente, el “hoy por mi, mañana por ti”, o sea, cada uno de los firmantes aportaba sus “pupilos”, y todos contentos. Suponer que en Madrid incluirían en sus presupuestos, los Presupuestos Generales del Estado, a doña Pilar por titulada superior y le pagaran como simple oficinista, pura minucia. Y si ya funcionaba un Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, aquel año nunca supe de su existencia. Para mí, el primer Juez, Javier Gómez de Liaño, existió cuando veinte años después leí sus memorias donde se rasgaba las vestiduras por lo que descubrió en aquella Modelo.
“Ana esto ya es el colmo…hasta el test de Rochas…”. “¿Y qué es eso?”. “Esas manchas de tinta china por la que los psiquiatras o sicólogos definen personalidades…pura patraña…además que ella…no es nada…”. “Cuidado no vayas a meter la pata…tú sí a todo, es tu única oportunidad en la vida…sino…a viajar”.
Por lo visto lo de “a viajar” Pilar lo soltaba en su ambiente preferido, el bar de la Tina. Allí familias, y hasta abogados, incidiendo primero en Tina, pasaban a departir con Pilar, y no se cortaba un pelo. Y aun dentro del “a viajar”, había “grados”. No eran lo mismo los penales de Puerto de Santamaría, Ocaña o Santoña. Del de alta seguridad de Extremadura, para muy peligrosos, primer grado, ni se hablaba, y menos del geriátrico en Cuenca o Teruel, no recuerdo, donde acababan sus días quienes viejos olvidados y sin raíces no se librarían del Sistema Penitenciario. Cadenas Perpetuas, y en casos, sin nunca juicios.
Si mi única relación con el interior de la cárcel consistía en ir por las galerías a sacar a los cuatro o cinco diarios que una vez juzgados Doña Pilar “clasificaría”, la situación interior, me demostraría que ni eso podía hacer. En una de las celdas de la Cuarta con ocho reclusos, para salir entero, tuve que prometer un favor que nunca haría. Mi nuevo lugar de trabajo conectaba con abogados y visitantes por las cabinas de jueces y eso despertaba ideas. Yo podía coger dinero y paquetes y pasarlos al interior, y encima sabían que ningún funcionario me cacheaba al pasar las cancelas. Prometer suponía no solo no volver a la Cuarta sino alejarme de cualquiera de los circuitos por donde pasaran los amigos de los “airados”. Le entregaría al “cabo” una copia de la lista de los citados y él se encargaría de situarlos en la cancela de la galería. El “servicio” me costaría veinte duros cada semana. Una situación delicada, porque si sabían muy bien que intentar utilizarme no comportaba peligro alguno, los kíes se enfadaban no solo por “chivarse” sino por no obedecerles. Y en un momento donde el grupo dirigente de la Cuarta combinaba de nuevo conceptos políticos (se rebautizaron con el viejo nombre de la COPEL, presos en lucha) con el tráfico y dominio de su galería, cualquier negativa pudiera ser muy peligrosa. Que encontraran diferentes caminos para sus contactos y suministros paliaría el enfado pero no olvidarían.
El cuarto trimestre de 1982, con completa saturación, 2600 individuos, donde 800 ya eran demasiados, y sin los más elementales servicios de comedor, limpieza, enfermería, más la aplicación desaforada de la fuerza para contener lo abocado a otros motines mucho peores que los de 1977, y donde la ARBITRARIEDAD JUDICIAL era absoluta, sin topes de instrucción de sumarios (la mayoría de los presos cumplían gran parte o la totalidad de la condena como preventivos), resultó dramático. Continuará.
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martes, 15 de enero de 2008

JUICIO GRAN TIBIDABO

JUICIO GRAN TIBIDABO
14 DE ENERO DEL 2008
¡VISTO PARA SENTENCIA
!

Rafael del Barco Carreras

Visto y no visto. El juicio que se prometía el más largo y complejo de la Historia Judicial Barcelonesa, cuatro meses, se diluye en dos días, y porque al Abogado del Estado no le satisface el “arreglo”, de lo contrario con un día hubiera sobrado, y sin vista pública. Si ya que el ordenamiento jurídico permita esos pastiches en un caso tan sangrante en número de estafados y cantidades debería hacer reflexionar si no se trata más de un fraude de Ley que de verdadera Justicia, que tras los pactos por APROPIACIÓN INDEBIDA, TRES AÑOS POR 30.000 MILLONES Y 10.000 ESTAFADOS, debiéndose juzgar el “delito fiscal” se entre en discusiones sobre el “sexo de los ángeles” es de “derrame cerebral”. El célebre AL CAPONE escapándose hasta del DELITO FISCAL.
Que los abogados defensores aleguen que sobre quien ya ha admitido y pactado la estafa no se le pueda reclamar el IVA o cualquier impuesto sobre lo defraudado, se entiende. Incluso en este caso es lógico que los abogados acusadores no acepten el cargo puesto que volatizaría el saldo de 13 millones de euros, y otras menudencias, que siguen intervenidos por la “Hacienda” que los reclama, mermando las escasas posibilidades de UN MÍNIMO cobro para sus defendidos, la ZANAHORIA de la discusión. Pero que Fiscalía utilice el mismo argumento que las defensas o acusaciones privadas en contra del Abogado del Estado, raya LA FALACIA. El Ministerio Público no puede argumentar a favor del reo que como éste ya pagará por la estafa, TRES AÑOS, ¡pues ya está bien!. Este caso no es el de una empresa que robada no puede pagar sus impuestos, o que pueda o no deducir lo robado de su cuenta de PERDIDAS Y GANANCIAS. Aquí, quien se lleva el dinero es el ADMINISTRADOR, y no es que debiera pagar por su aumento de patrimonio, o impuestos por lo robado, sino que al vaciar la caja deja de pagar al ESTADO lo que a la empresa por él administrada se reclama o reclamará, la liquidación del impuesto de sociedades del año 1991. Al vaciar, descapitalizar la empresa, roba no solo a los accionistas sino también a sus acreedores, o sea, el ESTADO, por lo tanto estamos ante un verdadero DELITO FISCAL, además del de ESTAFA, con algún agravante por la importancia de lo defraudado y su repercusión social, y otros delitos olvidados en la instrucción y pactos. Otro cantar es que la propia HACIENDA, o sus responsables, sea culpable del ESTROPICIO, y la responsabilidad civil subsidiaria deba alcanzar a esa Institución y sus dirigentes.
Si en mi ingenuidad creí que el juicio me desvelaría un poco porqué pasé tres años preventivo en el Caso Consorcio de la Zona Franca, 1980 - 1983, puesto que tres de los acusados enlazaban con aquellos años, Javier, su secretario Arturo Piñana y el firmón Ramón Fiter, no solo me quedaré sin satisfacer mi curiosidad, sino que encima oigo como el fiscal defiende encarnizadamente la inocencia de Javier de la Rosa, y al hilo su abogado Jufresa lo convierte en la víctima de la dilación de los catorce años con la tortura de sus otras causas. ¡Un insulto utilizar la palabra tortura ante quien pasó TRES AÑOS en AQUELLA MODELO!.
Se perdió pues toda esperanza de saber quien y cómo le regalaron 30.000 millones para que se los pateara…y lo más importante con quien repartió…sus verdaderos cómplices, porque los del banquillo solo son algunos de sus pocos “empleados” y “hombres de paja”… que hasta de estos “colaboradores” necesitó muchísimos más para tanto “trabajo” realizado en 1991 vaciando las muchas empresas KIO y destrozando Gran Tibidabo.
Y de entre el pastiche distingo a su abogado FRANCÉS JUFRESA, que también lo fue mío, y que ni de lejos obtuvo para mí tan lustrosos resultados. ¡CHAPÓ!, sin paliativos, redundante, tal como suena en castellano, y que a su altura de vida y carrera defienda a favor y en contra del ESTADO, según convenga a su bolsillo y a LOS SOCIALISTAS, su “cotarro”, en varios países DEMOCRÁTICOS además de impedírselo las INCOMPATIBILIDADES atentaría contra los reglamentos, la ÉTICA y la DEONTOLOGÍA PROFESIONAL, y dudo que no sea así aplicando nuestras maltratadas leyes.
Y en cuanto a MÍ, mi agravio, que ateniéndose al mismo Código Penal de 1973, le condenan a prácticamente lo mismo, pero que si no tuviera más causas podría no cumplir reales ni una mínima parte de lo que cumplí yo de PREVENTIVO, LOS TRES AÑOS, por “encubrir, sabiendo la procedencia ilícita de sus dineros” a su PADRE, EN UN DELITO que hoy, 2008, cualquier Tribunal del MUNDO le culparía a él, Javier de la Rosa, y del que sin duda yo saldría INOCENTE. Y no entro en consideraciones ajenas, a Bruna 23 años, y a Mario Conde 20.
Para mis ingenuidades el futuro me reserva el CASO HACIENDA, que vincula a los mismos personajes y alcanza los 80, sumándole OTRO BILLÓN a los Caso Consorcio, Banco Garriga Nogués, KIO o Gran Tibidabo. ¡Seguiré escribiendo por si mis nietos lo ven!.
¿Quién prevarica o prevaricó, quién comete o cometió fraude de Ley, quién y porqué SIETE MESES DE SUMARIO EN MI CASO, con la denegación de toda prueba y recurso, Y CATORCE AÑOS DE DEMORA EN EL SUYO?... ni de lejos encontraré la respuesta, aunque la tenga… ¿cuánto DINERO DEL ROBADO, ENTONCES Y AHORA, DESTINÓ AL MAGNÍFICO RESULTADO OBTENIDO?... ver www.lagrancorrucion.com