Rafael del Barco Carreras
Barcelona 17-03-2011. Otra de las noticias dignas de la Gran Corrupción;
“15-03-2011 EFE; El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de cuatro meses de cárcel que impuso la Audiencia Provincial de Madrid en 2009 a Alberto Cortina y Alberto Alcocer por un intento de estafa procesal al utilizar una carta falsa para tratar de que se revisara su condena en el caso Urbanor.
El Alto Tribunal ha informado hoy de que ha desestimado todos los recursos que presentaron "los Albertos" y los otros tres condenados, así como tres de los cuatro socios de los empresarios en la sociedad Urbanor, propietaria de los terrenos donde se edificaron las torres KIO (Madrid).”
Se completa la filigrana legal, o sea, la Gran Corrupción de la Justicia, cerrando en Madrid la época del llamado “Pelotazo”, 1980-1990. Si hace unos días se confirmó la condena a tres meses de Alfredo Sáenz Abad, ahora toca a Alberto Cortina y Alberto Alcocer, los famosos primos ex maridos de las Koplovich. Para los estafados la Justicia Española es el camino de Dante a los infiernos. Tan repetido y tan descarado no se da en ningún país civilizado y democrático. Se podría añadir que de aquellos vientos procede la actual estafa, suprimo la presunta, de la Nueva Rumasa.
Pero si estas condenas rematan la burla de los grandes corruptos del Régimen al Pueblo Español, que jamás sabrá cuanto se llevarían los hombres de Felipe González, o el propio Felipe González, por la recalificación que acabó en esas Torres KIO, en Barcelona, el gran pelotazo de los primos, los terrenos de Macosa, Diagonal Mar, 12.000 millones de pesetas del 88, primera enorme piedra de la Gran Burbuja Inmobiliaria barcelonesa, no tiene ya rastro ni siquiera en la corrupción judicial. Los 12.000 millones, firmados como apoderado de los Albertos por el actual hombre de La Caixa en el corrupto El Periódico, Juan Llopart.
Otro trabajo perfecto. Si parece indiscutible que en Madrid fuera Felipe González en persona quien ordenara a los suyos la recalificación (con amenazas de muerte a los opositores) del sector una vez los terrenos en poder de sus amigos, en Barcelona, lo de Macosa Diagonal Mar, caía de lleno entre Jordi Pujol y Pascual Maragall.
El dilema es cuánto para cada uno. Quizá Pujol permitió que se enriqueciera alguno de sus hijos a través del hombre de paja John Rosillo (muerto en Panamá) y Pascual Maragall lo cediera para el PSC. Un descarado robo.
Mis amigos de “Salvem Can Ricart” y varias asociaciones de vecinos de Poble Nou no se olvidan, y menos de las expropiaciones de 22@, y preparan películas y reuniones con vecinos, para más que descubrir el reparto de los 12.000 millones del 88 (un imposible que pertenece a la omertá Sociovergente) por la inquietud de conocer la corrupta historia que acabó con su Barrio.
Miles de obreros despedidos, infinidad de casitas y huertos arrasados, calles enteras decimonónicas, para acabar en el mamotreto Diagonal Mar Fórum, que multiplica por 100 esos 12.000 millones de pesetas del primer gran pelotazo. La Burbuja Inmobiliaria, el mayor de los desfalcos barceloneses; el fin de una época de la Historia Económica de la Ciudad e inicio de otra cuyas consecuencias aun son impredecisibles. La ruina de las instituciones político-financieras.
Pero si la noticia del día en cuanto a mi Gran Corrupción son esos meses de cárcel que nunca cumplirán, como causa-efecto recomiendo leer la revista DIRECTA, que en el número de esta semana publica;
“ESTAT ESPAÑOL – NI BANCS NI ESPECULADORS NO PAGUEN LA FACTURA DEL COL-LAPSE FINANCER
2010: el bancs, las empreses y la borsa guanyan 86.228 millions en plena crisis.”
Además entre los datos añade que las cotizadas repartieron 24.288 millones de euros de dividendos. El artículo no tiene link pero merece entrar en la Gran Corrupción, porque siendo verdad el reparto no lo es menos la falsedad contable que fabrica esas cifras.
No comprendo tanta saña contra los Albertos, teniendo en cuenta que ambos han favorecido el desarrollo y la expansión de varias empresas que en la actualidad emplean a más de 200.000 personas y que forman parte del Ibex 35. Una de ellas, ACS, hoy es el mayor grupo mundial de infraestructuras y accionista de otras empresas españolas de gran importancia para la economía de nuestro país.
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