La Audiencia entiende que las entidades han causado la crisis.
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 28-1-11. Me pregunto que sentenciaría en el caso de las viviendas sociales franquistas de Badía del Vallés donde quien concedía la hipoteca sabía que la vivienda valía diez veces menos que la hipoteca concedida. A buen seguro que la causa pasaría de lo civil a lo penal por estafa del propio demandante. O si además la valoración se documenta con una tasación a todas luces fraudulenta que emite una sociedad tasadora propiedad de la entidad crediticia, o que la vivienda la vende una inmobiliaria propia, asociada o totalmente financiada por la entidad que ahora reclama. ¿Y si este proceso lo realiza una caixa, Caixa Cataluña, que además depende jurídica y políticamente de quien debería haber controlado esas valoraciones y ajustarlas a lo dispuesto en las leyes sobre VPO, Adigsa de la Generalitat?
Que la Burbuja es una general estafa a millones de compradores lo demuestran las estadísticas desde los años 2000, que a más viviendas sobrantes más precio, o sea, existía un sistema que alteraba el “precio de las cosas”, que ajeno a las leyes del mercado imponía unas valoraciones a un bien de “primera necesidad” como es la vivienda.
Me temo que en alguna instancia se revoque esa sentencia que en definitiva aplica la Ley Hipotecaria anglosajona, o la simple dación como pago de la hipoteca en el caso de impago. Pero el melón ya está abierto, y quizá se pudra tanto que con los infinitos planteamientos que permite la definición de ESTAFA se consigan sentencias inapelables, y repito, no solo en cuanto a la diferencia reclamada sino por el nominal de la valoración e hipoteca.
En 2008 escribía cuando Zapatero en las elecciones hablaba de “turbulencias” y algún hipotecado se enfadaba conmigo porque respondía que no solamente el banco podía exigirle la diferencia entre el precio en subasta y la total deuda hipotecaria sino; “Las políticas sociales, prometidas por Zapatero, deberán incluir albergues de aplicarse la Ley Hipotecaria si el precio del piso desciende por debajo del 20% de la tasación hipotecada. ¿Pero alguien puede y debe aportar más garantías que el piso que pagará durante 20 o 30 años?”... ¿Qué pasaría hoy si las entidades financieras pretendieran, como les ampara la Ley, exigir hasta un 50% o más de garantías supletorias pues la vivienda por mucho que nos engañen está en caída libre?
El problema no es pequeño, existen 350.000 casos de desahucio. Pero se magnifica si leemos los hechos:
“El resumen de los hechos, que se remontan al año 2009, es simple. José Antonio Langarita, pamplonés de 47 años, es el ganador de esta batalla ante el gigante bancario español, que hipotecó su vivienda por un importe de 79.000 euros y, tras varios impagos en las cuotas -a partir de tres meses se activa el proceso-, ordenó la ejecución de más garantías. Hasta aquí todo normal. BBVA, que financió el crédito, se adjudicó el inmueble en una subasta que quedó desierta por apenas 48.000 euros. La caída del precio de la vivienda frente al valor de la hipoteca contraída arrojaba un saldo negativo para el banco del 28.000 euros que debía saldarse.”
Si la valoración en ese caso cae en dos años un 40% ¿Qué valor real tienen los millones de viviendas propiedad o garantizando hipotecas en las caixas y bancos?
La extendida consideración, convertida en dogma por los medios de comunicación, de que por una cuota mensual un poco superior a un alquiler se obtenía a 15, 20, 30 o 50 años la propiedad de una vivienda que por la plusvalía anual de hasta un 10% valdría una fortuna, se viene abajo. Y con el agravante de que ese supuesto ahorro o capitalización sea en su día muy inferior a lo obtenido con cualquier inversión u ahorro. Pero el tema se agrava si ya hasta millones de compradores acertarían dejando de pagar sus cuotas mensuales y comprar el piso de al lado por la mitad del nominal de su hipoteca.
No es de extrañar que la noticia se haya convertido en una alarma en el Sistema Financiero, y un respiro para millones de ciudadanos que ya se mentalizan de que no fue el “mercado” quien impuso el precio de su vivienda, cuyo valor actual puede estar por debajo del 50% en el hipotético caso de que encontrara comprador, sino que fue objeto de una verdadera estafa, de una pirámide inmobiliaria.
Leo;
"hasta 2014, ni tocarlos"
Borja Mateo: "Comprarse ahora mismo un piso es de locos"
El autor de La verdad sobre el mercado inmobiliario español ofrece consejos para compradores, vendedores, caseros e inquilinos.”
Yo no creo que ni en 2014 el marcado inmobiliario se recomponga de la monstruosidad montada por los político-financieros con un sistema que en definitiva les permitía endosar a sus propias cajas o bancos, al precio que les apeteciera, todo lo que ellos mismos construían.
La Audiencia de Navarra solo ha juzgado la parte civil del problema, quizá algún día algunos jueces decentes, que como insistía ayer por lo visto los hay, entren en la penal… y sienten en el banquillo a quienes fraudulentamente reclaman unas cantidades que estafaron, y no solo estafaron al reclamado sino a las instituciones de crédito a las que decían servir.
Recuerdo que los balances bancarios de mis tiempos reflejaban en el activo “créditos con garantía real” para las hipotecas que en el mejor de los casos no pasaban del 40% de un real “valor de mercado”. Hoy esa real garantía está por los suelos y tardará muchos años para estabilizarse en un mercado falseado y prostituido por la casta dirigente.
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