lunes, 18 de octubre de 2010

4. CIUTAT VELLA, EL MOLINO.


Rafael del Barco Carreras



Barcelona 18-10-10. Intentando conocer quien es quien en el confuso mundo de Ciutat Vella sitúo a la concejala Itziar González, heroína, pero no tanto según los comentarios, contra la trama corrupta, y presentada como independiente en las listas del PSOE para el Ayuntamiento. La endogamia socialista y de siempre. Resulta que su independencia tampoco lo era tanto porque su padre es un reputado histórico del socialismo barcelonés.


Dice Wiquipedia: Josep Antoni González i Casanova (Barcelona, 1935) es un político, abogado y escritor de Cataluña, España.

Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona. En 1967 obtuvo la cátedra de Derecho político de la Universidad de Santiago de Compostela y en 1971 ocupó la cátedra de Teoría del Estado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Barcelona.

Comprometido políticamente, fue uno de los fundadores del Front Obrer de Catalunya, que abandonó en 1970 para incorporarse, primero al Partit Socialista de Catalunya-Congrés, y después al Partit dels Socialistes de Catalunya. Colaboró en Tele-eXprés y el Diari de Barcelona, y lo sigue haciendo habitualmente en La Vanguardia y El País. Fue uno de los expertos constitucionalistas del PSOE que, después de las elecciones generales de 1977, trabajó en la redacción de la Constitución española de 1978. Es miembro del Consejo Consultivo de la Generalidad de Cataluña.


Mis divagaciones sobre concejales y funcionarios corruptos o no, y hasta una queja sobre los habitantes “oficiales” del Raval, según la estadística publicada ayer 49.315 (“eso no lo sabe nadie” me escribe un vecino, deduzco cabreado, alegando pisos patera e indocumentados), se interrumpen al oír por la TV3 de la Generalitat la noticia de que hoy se inaugura el nuevo EL MOLINO con la invertida cifra de 15 millones de euros. 2.500 millones de las antiguas pesetas para un teatrillo de 250 plazas. Y mi interés, por lo que ya titulan el Caso Ciutat Vella, aunque en realidad sean varios convergiendo en el Juzgado 33, se desparrama porque Paralelo, El Molino y Barrio Chino, forman un conjunto en la memoria histórica de Barcelona.



Demasiado dinero para tan minúsculo teatro y su obsoleto barrio. No me imagino nadie tan loco para esa inversión, y me meto en INTERNET, que me confunde más. Se habla de amor por el viejo Paralelo y su recuperación, sentimientos difíciles de conjugar con rentabilidad y negocio. Los viejos despertamos poco amor, y a menudo, si hay dinero, demasiado interés. Porque "Ciutat Vella" traducido es "Ciudad Vieja", no "Ciudad Hermosa", error de algún castellano. Interpreto, aunque las noticias son oscuras y contradictorias, que la FUNDACIÓN EL MOLINO es la propietaria del edificio, y OCIOPURO, sociedad que explota el teatro APOLO, se encargará de lo que nos cuentan es una maravilla técnica.



La entrevista-publicidad del secretario de esa fundación, el conocido abogado Santiago Zegrí, y la intervención como arquitecto de Josep Bohigas, de los Bohigas (arquitecto de Pascual Maragall decía ayer), dispara mi imaginación, que espero ampliar o rectificar con las consiguientes quejas y algún insulto.



Operación clásica en plena Burbuja Inmobiliaria. Se compra un pequeño terreno con edificio catalogado y uso de imposible rentabilidad. Se recalifica con ocho alturas edificables y el valor hipotecario se dispara, después las certificaciones de obra completarán un crédito total, subprime o ninja diría yo. Nadie pone un duro o algunas cantidades simbólicas que se recuperan con el crédito, o incluso permanecen por prestigio y “política”, y se pone en marcha un negocio no rentable… pero eso es pura entelequia y futuro.



La caixa, en minúscula, o quien sea titular del crédito hipotecario o similar, ya decidirá en ese incierto futuro. En teoría las ocho plantas cubren la millonaria inversión, que tampoco se ve claro si se observan los escasos metros cuadrados y su obligada utilización teatral. Pero como bien saben los implicados, el Ayuntamiento y la Generalitat pueden transformar las ocho plantas y su uso en dieciséis o treinta (otro hotel o apartamentos) depende de los amigos, influencia… y dinero. El meollo del Caso Ciutat Vella, “pisos turísticos y hoteles recalificados”.


Publica la agencia estatal EFE: “El Molino, el café concierto memoria sentimental de muchos barceloneses, cerró sus puertas en 1997. Trece años después, el telón de aquel teatro canalla se levantará de nuevo el 18 de octubre, con un espectáculo que se quiere mantener en secreto, pero que respetará el "espíritu" de este mítico escenario… Han invertido 15 millones de euros en una espectacular rehabilitación… La intención de la empresa Ocio Puro, que ha invertido 15 millones de euros en una espectacular rehabilitación de El Molino, es convertir el teatro en una "cantera" para descubrir nuevos talentos del mundo del espectáculo….Elvira Vázquez, que ha destacado la "polivalencia y diversidad" de los nuevos espacios, se ha mostrado sorprendida de la expectación creada en la ciudad sobre este proyecto….”


Se entiende algo más, aunque tampoco se comprenda la rentabilidad ¡y no están los tiempos para teatrillos!, al leer EL PAIS: “El centenario teatro, actualmente propiedad de la empresa Ociopuro, ha sido protagonista de una

profunda remodelación en la que se han

conservado la fachada y el pequeño escenario

originales. Sin embargo, el edificio ha crecido en

altura, ya que el equipo de arquitectos, liderado

por Josep Bohigas, ha construido ocho plantas

cuando el original lo formaban solo dos alturas.

En ellas se reparten las cocinas, una sala de

ensayo, los camerinos, dos anfiteatros, una terraza

e, incluso, un club exclusivo en el que solo podrán

acceder los portadores de un carnet especial. En total, se han invertido 15 millones de euros.”



Elucubrando comparo la reconstrucción del LICEO con dinero público y fundaciones de la flor y nata de Barcelona (Félix Millet incluido), y el entonces expolio a tanto vecino de Ciutat Vella, pero no es el caso, aunque los argumentos para justificar la inversión se parezcan. ¡Club exclusivo según EL PAIS”.




















EL MOLINO
De Wikipedia, la enciclopedia libre

.
El Molino, teatro de Barcelona, fue uno de los más conocidos de Europa durante buena parte del siglo XX. Con sus características aspas rojas de molino en la fachada, fue el más famoso de los teatros del Paralelo (Paral•lel), que llegó a ser bautizada como "la avenida del espectáculo" de Europa, debido a la gran concentración de espacios escénicos que tenía.
El Molino era un cabaret y siempre fue considerado un espacio transgresor de los límites permitidos, con una gran capacidad de crear lenguajes propios, de doble sentido, con el móvil de poder escapar de las censuras de cada época. En El Molino se programaban los espectáculos más atrevidos, con la presencia de las más famosas vedettes de España.
Abrió sus puertas en el año 1899, con el nombre de "La Pajarera Catalana", concebido como un espacio para espectáculos. A partir de 1901 "La Pajarera Catalana" comenzó a hacerse un hueco en el mundo del espectáculo y mejoró sensiblemente la programación, ofreciendo algunas zarzuelas cortas y las actuaciones del Caballero Felip, ventrílocuo y artista polifacético muy popular en los locales del Paralelo de la primera década del siglo XX (como los cafés-teatro Español y Condal). También ofrecía un servicio de restaurante dentro del local, con servicio a la carta, y hasta se llegó a organizar un servicio de recogida gratuito de coches de alquiler para facilitar el recorrido de los clientes desde La Rambla hasta el local. Este servicio, que era nocturno, comenzaba a las 10 de la noche y realizaba el trayecto desde La Boquería hasta el local y viceversa, pasando por toda la calle Conde de Asalto.
En Abril de 1905 "La Pajarera Catalana" vuelve a cambiar de propietario, pasando a llamarse "Gran Salón del Siglo XX". Este local alternaba las variedades con los pases de cine con el cinematógrafo Gaumont, como hacían muchos locales del Paralelo, ya que este nuevo invento causó furor en la época. En 1908 cambió el nombre por el de "Petit Moulin Rouge", en imitación del famoso "Moulin Rouge" del barrio de Montmartre de París, por la similitud de los espectáculos que ofrecía. Este nombre se mantuvo hasta 1916, excepto por un breve paréntesis de cinco meses en 1910, durante los cuales el local se llamó "Petit Palais", conservando la tradición afrancesada de los nombres. Y fue justamente en ese año 1910 cuando se realizaron unas obras que le dieron la configuración interior que mantuvo prácticamente hasta su cierre, llevadas a cabo por el arquitecto Manuel Joaquim Raspall (discípulo de Domènech i Montaner), quien le dio un toque modernista. En 1926 el local dejó de ser un local de espectáculo público para convertirse, durante un breve periodo de tiempo, en la sede del partido fundado por Miguel Primo de Rivera, la Unión Patriótica Española. En 1929, probablemente a causa de la Exposición Universal, se remodeló la fachada, y, por imitación del famoso local de París, se le añadieron los elementos decorativos que recordaban un molino, es decir, la imagen que actualmente todos conocemos y de la que destacan especialmente las aspas. La nueva fachada no sustituyó a la anterior, sino que se añadió delante, creando en medio una cámara de aire. El arquitecto Joan Alemany Juvé fue el encargado de dirigir las obras. El empresario en ese momento era Antoni Astell (lo fue desde 1913 hasta el final de la Guerra Civil) y vivía en la calle Blai, muy cerca del local.
En 1936 volvió a cambiar su nombre por el de "Moulin Rouge", el cual se mantendría hasta el final de la Guerra Civil. Hay que hacer hincapié en que, a la hora de fechas estos cambios de nombre de influencia francesa, no todos los cronistas e historiadores del Paralelo coinciden plenamente en las fechas, aunque sí en los diversos nombres. Con la llegada de la dictadura franquista, en 1939, el régimen obligó a castellanizar el nombre y quitarle la palabra "rojo", por las connotaciones políticas que podía sugerir. Desde entonces y hasta nuestros días, quedó como "El Molino".
En aquella época había comprado el local Francisco Serrano (que murió en 1970), dueño también del Bataclán, otro histórico teatro. Serrano consiguió atraer a un público más rico y refinado, que pagaba mejor las copas de alterne y se podía permitir consumir cava. Durante los años 60, después de un pinchazo económico con embargo incluido, el local quedó en manos de la viuda del propietario, una inteligente empresaria, Doña Fernandita, que llevó los números con mano dura y fue ajustando, poco a poco, la economía del local, al menos durante un tiempo.
El Molino permaneció abierto hasta 1997, apostando hasta el final por el género de la revista. Al final cerró las puertas el 15 de Noviembre de 1997 debido a una conjunción de factores, entre ellos la crisis que afectó a varios teatros del Paralelo (Paral•lel), los cambios en la forma de ocio del público, y la falta de ayuda por parte de las administraciones.
Próximamente EL MOLINO volverá a abrir sus puertas al público, tras una intensa remodelación en la que se conservado su emblemática fachada, catalogada como Patrimonio de la Ciudad por el Ayuntamiento de Barcelona. Dicha remodelación ha sido llevada a cabo por un cualificado grupo de profesionales tras un largo estudio de viabilidad técnica coordinado por Àngel Llobet, reconocido ingeniero industrial, que entre otros cargos fue Decano de el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Cataluña.
Los arquitectos responsables del proyecto, el estudio BOPBAA, han hecho crecer el edificio en altura. Por encima de la conocida fachada proyectada en 1913 por el arquitecto modernista Josep Manuel Raspall, y de su emblemático molino con aspas rojas (añadido posteriormente), crecerá el nuevo edificio.
El nuevo edificio contará en total con 7 plantas: un sótano destinado a cocinas y la planta a nivel de calle, donde se sitúan la platea y los 2 anfiteatros. En la parte alta del edificio encontraremos un bar y la terraza, que ofrecerá una vista única de El Paralelo. Sobre ésta habrá una sala de oficinas, una planta con una sala de ensayos y las dos plantas superiores, dedicadas a las instalaciones técnicas.
Con su apertura durante el verano de 2010, El Molino pondrá fin a 12 años sin actividad y a muchos proyectos inviables, tanto desde el punto de vista urbanístico como artístico. Más información en El Molino.
Los artistas
Por el escenario de El Molino han pasado numerosos artistas, y todos ellos tuvieron que luchar contra la censura y la política, la guerra y el hambre, dando siempre una lección constante de libertad, de sublimación de lo popular, de grandeza de barrio, de erotismo sin hipocresía.
Durante la primera mitad del siglo XX destacaron los nombres de Granito de Sal, Condesita Zoe y Lola Montiel, con una reina indiscutible durante los años 40 y 50: la Bella Dorita.
Durante los años 50, 60 y 70 del siglo pasado desfilaron por su escenario artistas como Lander i Leanna, Mirko, Johnson, Escamillo, Pipper, Gardenia Pulido y Mary Mistral entre otros.
Durante la década de los 80 y hasta su cierre en 1997, su escenario acogió, entre otros artistas, a Amparo Moreno, La Maña y a Merche Mar, la última de sus vedettes.
El Molino también fue escenario de numerosas películas, desde el mítico El último cuplé (1957), dirigida por Juan Orduña y protagonizada por Sara Montiel, Las alegres chicas de El Molino (1977), película rodada por José Antonio de la Loma en el interior del local y protagonizada por los artistas de El Molino Christa Leem y Pipper, o El extranjer-oh! de la calle de la Cruz del Sur (1987), de Jorge Grau y protagonizada por José Sacristán, Emma Cohen, Teresa Gimpera y Gabino Diego.
[editar] Bibliografía
Toda la bibliografía relacionada con EL MOLINO se puede consultar en: http://www.elmolinobcn.com/los-libros-del-molino-98



SANTIAGO ZEGRÍ

Ver en INTERNET



Nacido en Barcelona, Santiago Zegrí es abogado titular del bufete Zegrí Dret Tributari y Secretario de la FEM.

Se licenció en Económicas (1976) y en Derecho (1978) en la Universidad de Barcelona, y poco después se especializó en el
Centro de Estudios Tributarios y Financieros de Barcelona. Su currículo en el ámbito del derecho tributario es impresionante: no en vano es, entre otros, miembro numerario del grupo de Economistas Asesores Fiscales del Colegio de Economistas de España, miembro de la sección de Derecho Financiero y Fiscal de la Comisión de Cultura de l'Il•lustre Col•legi d'Advocats de Barcelona y socio colaborador de la Reial Acadèmia de Jurisprudència i Legislació.

De niño, a causa del trabajo de su padre, frecuentaba el parque de atracciones del Apolo. Y aunque actualmente vive y trabaja en Sarriá, de mayor, por trabajo y por vocación, ha vuelto al Paralelo: es asesor legal de Autopark, la empresa que explota las salas Apolo, de OCIOPURO, la empresa que explota el teatro El Molino, y es el secretario de la Fundación El Molino. Es lo que llamaríamos un hombre serio, sagaz, preciso y conciso. Pero es, sin duda, un hombre y un profesional ligado al Paralelo.

¿Cuál es tu primer recuerdo del Paralelo?
“Mis primeros recuerdos del Paralelo se remontan a cuando yo era un niño. Mi padre, gestor administrativo, era asesor de un gran empresario de la época, Don José Vallès Rovira, con el que tuvo una estrecha relación personal y profesional. Le asesoró en sus diferentes negocios: una fábrica de elaboración de vinos espumosos, las “Cavas Valles Rovira” (hoy “Cavas Rovellats”); en su establecimiento de reproducción fotográfica, el que fuera el “Fotomatón” de la calle Pelayo; en su club de patinaje, el famoso “Apolo Patín Club”, que ganó importantes torneos nacionales; en su establecimiento de atracciones, el “Parque de Atracciones Apolo” y en la explotación del “Bar Apolo” y de la sala de baile, el no menos famoso “Baile Apolo”. Por todo esto, cuando yo debía tener unos 5 ó 6 años, mi padre, en alguna ocasión, pero no tantas como yo hubiera querido, -nos reconoce casi con un mohín- me llevaba al primer parque de atracciones que yo conocí: el “Parque de Atracciones Apolo”, con sus emocionantes atracciones como las “Coves del Drac”, también llamado “El tren fantasma”, el autódromo, el laberinto y muchas otras.”

“Lo entrañable es que actualmente soy yo el que asesora a la empresa explotadora de ese espacio del Paralelo, la mercantil “Autopark S.A.” de Don Jaime Albó, que gestiona la “Sala Apolo”, o “Sala 2”, el “Petit Apolo” y el “Salón de Maquinas Recreativas y de Azar”, instalado donde se ubicaba el antiguo parque de atracciones al que iba de pequeño. Para mí el Paralelo fue en mi niñez un lugar ligado a la diversión y posteriormente, siendo adulto y hasta nuestros días, está
relacionado con mi actividad profesional.”

¿Y cómo es que un especialista en derecho tributario y fiscalidad forma parte de la Fundación El Molino?
“A la FEM accedí de forma totalmente casual. Hace años acudió a mi despacho profesional una señora para hacerme una consulta. Esta señora era, y es, muy amiga de Elvira Vázquez. Entonces Elvira al conocer, a través de la hoy amiga común, que le estaba asesorando, acudió a mi despacho para plantearme determinada problemática legal. Así empecé a colaborar en la sociedad mercantil “Ociopuro”, propietaria de El Molino, y posteriormente en la FEM, y poder vivir así el nacimiento de dos proyectos apasionantes.”

“El Molino, como icono del Paralelo, ha de ser el motor del cambio de la zona, y la FEM un instrumento para poder devolver a la sociedad civil barcelonesa un nuevo Paralelo, esa arteria estratégica del ocio y de la cultura que, diseñada por Ildelfons Cerdà, jamás hubiera tenido que perderse. Tenemos que recuperar el Paralelo, esa avenida “envuelta en plumas e iluminada de focos”, como la califica Santiago Tarín, y que vuelva a ser un verdadero eje central de ocio y cultura de la ciudad de Barcelona.”

“Por Barcelona, por lo atractivos que eran ambos proyectos y por mi amistad con Elvira Vázquez, no podía hacer otra cosa que colaborar en ambos proyectos.”

Desde tu experiencia profesional, ¿qué puedes aportar a la Fundación El Molino?
“Mi aportación a la FEM, al margen de la donación económica que hemos efectuado todos los fundadores y patronos, es de carácter puramente profesional. Cuando nos planteamos la creación de la Fundación, buscando las personas a implicar en el proyecto, había entrado en vigor la “Llei 4/2008, del 24 de abril del libro tercero del Codi Civil de Catalunya, relativo a las persones jurídicas”, -recita de una retahíla- “y para mí, como me sucede muy a menudo, fue una excelente excusa para sumergirme en la nueva normativa de las fundaciones catalanas. A partir de ahí asesoraré legalmente a la FEM, velando para que cumpla con todos los requisitos legales, fiscales y contables. Con eso se garantiza la transparencia y el cumplimiento de sus fines fundacionales.”

Y tú que ya te movías por el Paralelo de los años 60, ¿cómo lo ves actualmente?
“El Paralelo fue durante años eje central de la diversión ciudadana. Sólo con revisar cualquier hemeroteca se puede ver que era una avenida que nada tiene que ver con la actual. Estaba llena de gente, con cafés y bares, teatros y restaurantes con grandes terrazas. Con un ambiente que incluso podía llegar a ser totalmente irreal, siempre nuevo, tentador y con un público divertido, cómplice y fiel al lugar. Para recuperar el Paralelo es indispensable un cambio de usos en la zona, hacerla más peatonal, recuperar su oferta cultural, sus teatros, sus restaurantes con terrazas que iban del puerto hasta la Plaza España, sus comercios y, para poder conseguir esos objetivos, inundarla de luz y garantizar la seguridad para sus transeúntes. Todos estos objetivos son uno de los fines fundacionales de la FEM: Recuperar una de las principales arterias estratégicas de Barcelona, en la actualidad totalmente olvidada y colapsada por el tráfico, la oscuridad y, a menudo, por la inseguridad ciudadana."

Si hiciéramos un salto en el tiempo, ¿cómo ves el barrio del Poble-sec y el Paralelo dentro de 5 años?
“Creo que es de vital importancia el papel que pueden desempeñar las administraciones, y en especial nuestro ayuntamiento. La FEM, para conseguir sus objetivos, cuenta no tan sólo con el apoyo decidido de sus patronos, asociaciones de vecinos, patrocinadores… sino también con el apoyo del ayuntamiento: y esto, repito, es imprescindible. Pero yo insistiría en estrechar aún esa colaboración entre todos los estamentos, tanto de la sociedad civil como de las administraciones públicas, y que no fuese efímera, sino que sea una vocación perpetua, para no sólo conseguir sino también mantener un nuevo Paralelo.”

“Deseo que de aquí a cinco años se hayan podido conseguir todos los objetivos que la FEM se ha propuesto y Barcelona pueda contar con un Paralelo convertido en la arteria principal, que esta ciudad se merece, del ocio, la cultura, el comercio y la restauración.”

Y en cuanto a la FUNDACIÓN EL MOLINO, FEM

Con el impulso de Elvira Vázquez, Consejera Delegada de OCIOPURO (empresa promotora y propietaria de El Molino), se ha creado la FEM (Fundación El Molino).
Los fundadores son reconocidos empresarios y profesionales que aportan su experiencia para el desarrollo de los distintos ámbitos de la FEM:

- Sr. Josep Bohigas, Arquitecto, Vocal de la Fundación El Molino
- Sr. Miguel Bosé, Empresario y Artista, Vocal de la Fundación El Molino
- Sr. Néstor Jacob, Empresario, Vocal de la Fundación El Molino
- Sr. Àngel Llobet, Ingeniero Industrial, Vocal de la Fundación El Molino
- Sra. Pilar Mijangos, Empresaria, Vicepresidenta 3ª de la Fundación El Molino
- Sr. José Luís Perales Sanz, Notario, Vocal de la Fundación El Molino
- Sra. Roser Ràfols, Abogada, Vicepresidenta 2ª de la Fundación El Molino
- Sr. Rogelio Rengel, Empresario, Vocal de la Fundación El Molino
- Sr. Emilio Sánchez Vicario, Empresario, Vicepresidente 1º de la Fundación El Molino
- Sra. Elvira Vázquez, Empresaria, Presidenta de la Fundación El Molino
- Sr. Santiago Zegrí, Abogado y Economista, Secretario de la Fundación El Molino

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