viernes, 6 de agosto de 2010

BALTASAR GARZÓN Y EL BBVA,

O LAS MULTIMILLONARIAS CUENTAS EN JERSEY, LIECHESTEIN Y CAIMÁN.

Rafael del Barco Carreras

Barcelona 6-08-10. Estos días se ha enterrado un asunto que merece más recuerdo. De merecer merece posicionarse entre los primeros casos de la Gran Corrupción Española, y no solo porque parte del Consejo del segundo banco nacional participara y se repartiera los beneficios de la DOBLE CONTABILIDAD, sino porque descritos y probados los delitos, por tanto fuera de toda duda, acaba en agua de borrajas.

De nuevo a la corrupción financiera se suma la JUDICIAL. Seis meses de condena al Presidente Emilio Ibarra, exculpados los demás miembros del consejo y altos ejecutivos acusados, y para digno remate ahora se le perdonan al banco las multas impuestas. Digo yo que hubieran podido exculpar a Ibarra para que posibles cabreados por la doble vara de medir de la Justicia Española, mi caso, no tuviéramos el derecho de crítica y pataleo, pues los delitos, exculpado el presidente, oficialmente ni hubieran existido. Pero le condenaron, o sea, existieron. Se repartieron miles de millones al margen de la contabilidad del banco, ¡SEIS MESES!... y los que se cabreen ¡que se j… aquí mandamos nosotros!

Me contaron que la sucursal del Banco de Bilbao en Nueva York por los años 70 abría a todo español que así lo quisiera directamente su cuenta en las Caimán. Sin necesidad de visitar las islas cualquier acaudalado evadía, entonces un delito penado con 6 años de cárcel. Pero a mí la curiosidad por el caso me surgió por los paquetes de acciones de los grandes bancos en poder del Grupo Torras-KIO, y que los kuwaitíes tras la Guerra del Golfo no encontraron en los activos de sus sociedades españolas. Decenas de miles de millones de pesetas en acciones, incluso en algún caso, paquetes mayoritarios, que desaparecieron por la vía de los paraísos fiscales, donde los bancos españoles tenían y tienen filiales fuera del control del Banco de España, y de su propia contabilidad. El mejor Sistema Financiero del Mundo, un inmenso Paraíso Fiscal, y con amorales ladrones incluido.

“Otro banco dentro del banco”, delito que tantas veces ha sucedido estafando algún empleado a sus confiados impositores, pero en este caso, los delincuentes actuaban desde la cúspide y en asociación mafiosa. Mecánica operativa que junto a la corrupción judicial explicaría, entre otros, la negativa de los bancos a entregar documentación en el actual caso Hacienda de Barcelona, con la peregrina y falsa argumentación (aceptada por la Fiscalía Anticorrupción) de la prescripción de tal obligación, o en el caso Consorcio, de no encontrarse los talones pagados o ingresados en sus archivos. Ver escrito policial en www.lagrancorrupcion.blogspot.com

Escribe El Confidencial: “Ese dinero estaba depositado en distintas sociedades domiciliadas en la Isla de Jersey, Liechestein y las Islas Caimán, destinos todos ellos considerados como paraísos fiscales, desde donde BBV compraba acciones para la autocartera o guardaba el dinero de las pensiones de sus ejecutivos”. Pensiones de escándalo fabricadas con “información privilegiada” y otros delitos, fiscal, falsedad documental, administración fraudulenta, etc.

Y si la mafiosa entelequia de quienes dirigían el BBVA no tuvo límites, tampoco se frenó el Juez Baltasar Garzón, instructor del caso, pidiendo “financiación” a los actuales del banco (los sustitutos de los pillados por “apropiación indebida”) para sus cursos en Nueva York. Dicen las noticias: “Garzón imputó a los 22 directivos del BBV beneficiarios de los planes de pensiones creados desde uno de los paraísos fiscales y a otros cinco miembros del banco relacionados con la operativa de las cuentas. Pero la vía penal, que paralizó los expedientes anteriores, acabó en 2007 sin que ninguna persona fuera condenada pese a que la Fiscalía había solicitado varios años de cárcel para Ybarra, Pedro Luis Uriarte, consejero delegado, y otros directivos. Tan solo Ybarra, aclamado el pasado año en el Círculo Ecuestre de Barcelona por sus valores cívicos, tenacidad y esfuerzo, fue castigado con prisión de seis meses por un delito de apropiación indebida por los fondos de pensiones, sanción que no cumplió”.

Añado que en el selecto palacete del Círculo Ecuestre de Balmes-Diagonal se sienta quien fuera el hombre de Emilio Ibarra en Barcelona, Pedro Fontana, director del BBVA en Cataluña. Y en “Barcelona, 30 años de corrupción” que los selectos patricios barceloneses socios del club podían consultar sus saldos en las Caimán sin necesidad de moverse de su sillón.

Y puestos a continuar con la “cara dura”, este verano Garzón suelta en un curso en el Escorial: “la transición política no contó con la "acción judicial"… ¡que si contó!... en el caso Consorcio, desfalco 1974-1979, los del Movimiento de Barcelona, los de AP, UCD y socialistas de Narcís Serra, e incluso los de CIU, caso Banca Catalana, supieron de la entrega de jueces y fiscales, que no sería gratuita.






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