lunes, 1 de junio de 2009

JUAN HORTALÁ ARAU

GAESCO, INMOBILIARIA COLONIAL, BANCO DE SANTANDER, LA CAIXA.


Rafael del Barco Carreras


La Pirámide Financiera capitaneada por los CUATRO GRANDES de las finanzas españolas llena bufetes de abogados. Miles, millones, de inversores han perdido muchísimo dinero. Tras mi corta referencia sobre Gaesco en www.lagrancorrupcion.blogspot.com me envían mails. Un inútil pataleo. Se saben estafados, y encima, ahora burlados..

Por el momento gana la tesis, sentenciada en la Telefónica de Terra, o la Terra de Telefónica, que en Bolsa se puede ganar pero también perder. Es la natural ley del mercado libre. Una falacia si se manipuló con “información privilegiada”, “alterando el precio”, o falsificando.

Inmobiliaria Colonial SA centra el pleito Gaesco-Banco de Santander. Se niegan a pagar la provocada ascensión y posterior descalabro del valor, con millones de acciones aparecidos en una semana. Un descalabro planeado y ejecutado desde concretos Consejos de Administración o Comités Ejecutivos, jugando al monopoly con real dinero ajeno, y en este caso con otra inmobiliaria, Sacyr-Vallehermoso, tan enfangada e insolvente como Colonial.

La Audiencia Nacional decidirá quien tiene razón más allá de un Arbitraje ganado por el Banco de Santander. Y dictará sobre un dinero, creado por la especulación, que nunca existió. Aunque existiera el entregado por los inversores a su Agente de Bolsa, broker.

Los principios básicos bancarios se pervierten cuando las instituciones financieras (un oligopolio casi monopolio nacional) se convierten en prácticos dueños y gestores de las empresas cotizadas en Bolsa, especulando con ellas en puro predominio por además dominar el 80% de la masa del dinero de todo el país. Pero peor cuando grupos de sus ejecutivos y sus “amigos” crean especulaciones paralelas, confundiendo intereses individuales e institucionales. Y no busquen nombres concretos, lo hacen a través de cientos, miles, de sociedades “instrumentales” desde todos los rincones del Mundo. Y el colmo del engaño cuando intentan quitarse de encima un muerto, una quiebra técnica, endeudada con sus propios gestores y dueños más allá de cualquier criterio técnico y legal, cuyo valor en bolsa es una ficticia y mantenida burbuja.

Corolario… se inicia el camino Judicial tras un boom inmobiliario y financiero que deja en mantillas la Época del Pelotazo, 1980-94, o aquella Telefónica del 2000, la de las “nuevas tecnologías”, y ese camino será tan inútil como lo fueran los iniciados entonces.

Los perjudicados deberían preguntar al, desde 1993, Presidente de la Bolsa de Barcelona, JUAN HORTALÁ ARAU, con curioso currículo. Ayuntamiento de Serra 1979, Parlament, y Generalitat de Pujol. Y que con la colaboración de la actual Generalitat ha pergeñado una solución para Gaesco que a mi me recuerda la de Gran Tibidabo, donde anduvo cerca. Se salvan los activos viables y sobre “basura” y deudas “ya veremos”. Un inicio… el tema dará mucho de sí…













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