sábado, 21 de marzo de 2009

LA MODÉLICA TRANSICIÓN ESPAÑOLA, DESDE EL "BARRIO CHINO" AL "RIVIERA Y SARATOGA".

Rafael del Barco Carreras

Los magníficos, más lujosos y más grandes prostíbulos de Europa, RIVIERA Y SARATOGA, funcionaban bajo la protección de la POLICÍA. La Transición y las competencias a la Generalitat no alteraron la explotación del “oficio más viejo del Mundo”, como tampoco otros “métodos policiales”. Los responsables políticos, Saura, a media voz, han soltado lo de “se depurarán responsabilidades”. Con la Prensa controlada y subvencionada el tema no se magnificará. Ni el “progre” El Periódico o “burguesa” La Vanguardia, con sus curiosos y muy rentables anuncios “putibularios”, ni menos la Tele, han publicado jamás con nombres y sus enormes cifras la íntima relación entre Policía y Prostitución, o Policía y Drogas. Con escuetas notas, acentuando tratarse de “hechos aislados”, se corre el velo.

Tras los sucesos de Coslada, repito unos tópicos, porque la gran hipocresía es en Barcelona una de las piedras angulares de la GRAN CORRUPCIÓN. La prohibición del Tratado de Viena, por 1956, lejos de acabar con la prostitución, en España la puso al servicio de la Policía, mejor dicho, no se podía ejercer sin el correspondiente “chulo oficial” o la “asociación” con el dueño del bar, la madame de los “masajes”, del simple “piso clandestino”, y generalizado en el celebérrimo, enorme y “zona tomada” “Barrio Chino”. Hasta en los descampados de las “tierras negras” o “pont de Marina” se pagaba. Desaparecieron los prostíbulos y nacieron una infinidad de fórmulas, que en lo único que se diferenciaban de la clásicos burdeles era que las meretrices no tenían la obligación del “carné médico” porque oficialmente no existían. Sin carné o SIN PAPELES, una de las bases de la explotación, control y hasta esclavitud.

Muerto Franco, con lo de la Democracia, los macrós franceses o mafiosos italianos pretendieron colarse en el gran negocio barcelonés de la prostitución. Acabaron en la cárcel, y por los 80 en la Modelo conocí a varios, y las redadas “limpiando” la burguesa Rambla de Cataluña. El Mercado, tan perfectamente controlado por la Policía, que cualquier intruso era detenido y cerrado su negocio. Parecido a cuando por los 72 el juez Castro cerró “media Barcelona” sin dañar los intereses “oficiales”. La Dictablanda de los 60 a los 70 había permitido cierto desmadre. Parecido ahora con las "peluquerías" chinas.

No hay PROHIBICIÓN O ILEGALIDAD a la visible altura alzanzada que pueda funcionar sin la incardinación de Policía y AUTORIDADES. Es indiscutible que ese “supuesto pero controlado desmadre” ha hecho de Barcelona en cuanto a la Prostitución, masculina (algún hotel gay se parece al Riviera o Saratoga) o femenina, un lugar favorito en Europa, superando a Ámsterdam o Hamburgo, y con el complemento de la Droga, la “primera industria” de la Ciudad. Atentando contra la hipocresía reinante, diré sin equivocarme que atraen más turistas que el mar y sol, Gaudí y los Modernistas.

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