viernes, 3 de octubre de 2008

INMOBILIARIAS, LAS CAIXAS Y CAJAS SUELTAN AMARRAS, Y APARECEN LOS BUITRES.

INMOBILIARIAS,

LAS CAIXAS Y CAJAS SUELTAN AMARRAS,

Y APARECEN LOS BUITRES.

Rafael del Barco Carreras

Un recuerdo, la gran Crisis Española, o la última Gran Corrupción (la mayor jamás vivida), se inicia a principios del 2007 cuando desde el conciliábulo o comité de la gran logia, o sea, los dos grandes bancos, el BSCH y BBVA, y dos cajas, CAIXA y Caja de Madrid (arrastrando una recua de cajas en apuros, donde se incuba el gran desastre) presididos por el Banco de España, el 80% del dinero de todos los españoles, se alarman ante el deterioro de la liquidez. Sale más dinero del que entra, y encima los mercados internacionales cierran espitas, y en particular Europa entera clama por la peculiar y corrupta praxis financiera española. En conjunto, en particular las cajas, han invertido el 20% más de lo captado. Los activos (créditos e inversiones) superan al pasivo, los ahorros y depósitos de clientes. En teoría todo garantizado por valores muy superiores. Cualquier piso, terreno, o valor cotizado en bolsa, o no, garantizando las inversiones, supera en mucho las cifras invertidas. El dinero vale un 4%, promedio, y los inmuebles y valores el 10 o 20, o más, cada año que transcurre. La GRAN BURBUJA, pues con esos hipotéticos valores decrecen los posibles compradores. La avaricia rompe el saco, y lo peor, el saco rebosa basura.

El directorzuelo, gran director, consejero o vocal, vicepresidente o presidente, o varios a la vez formando comités, según la magnitud del enredo inmobiliario, sudan cuando le han de comunicar a su amigo, socio, íntimo, firmón y supermillonario, que “las cosas van mal…y que han de limitar…”.

Se inicia la guerra. Por si lo ignoraba, el inmobiliario o constructor de golpe se siente descender de multimillonario genio de las finanzas a poco menos que “hombre de paja”, un guiñol. Desde hacía tres años, antes de las últimas promociones, todos sabían que el negocio consistía en aprobar operaciones, hipotecar terrenos recién salidos de rústicos, valorados a conveniencia, abonarle al constructor las certificaciones de obras, y si se vendía mejor, y si no, se forzaban ventas entre sociedades más o menos instrumentales… y a por otra operación…Al pequeño director de plaza mediana, o de costa, que le pedían cotas de producción hipotecaria desde su central (porque a la vez creaban dinero), ganando primas además de sus momios en cada operación, y hasta participación societaria con familiares e íntimos, se le cae el mundo encima. Carne de cárcel.

A pasado un año, renovados créditos, cambiados y recambiados los administradores de las grandes inmobiliarias, se entra en las prácticas de la gran corrupción. La de siempre, la tradicional, la del mundo de los grandes bufetes, la tan practicada tras la muerte del Dictador, previa al segundo escalón, la Judicial. Administradores ful, vaciado de activos, enredo a los constructores, proveedores, trabajadores, y clientes compradores.

Y aparecen los buitres. Los compradores de pisos, divididos entre quien compró hace años y pretende vender su vivienda, o liquidar sus sueños de inversor, o tiene la vivienda a medias, o los estafados por el espejismo, acuden al abogado conocido o amigo, decente y que vive de su profesión. En principio el en teoría saldo favorable según la valoración de la tasación (compañía propia de la entidad financiera) no existe, y lo peor, para el que aun no tiene el piso, que el aval bancario por las entregas a cuenta, tampoco. Su dinero, los ahorros de toda una vida. En casi todos los casos el valor no rebasa el de la hipoteca pendiente. En casos, ofrecen una miseria. La filosofía de la reventa del coche usado aplicado a los pisos. Ratoneo y desvergüenza. El espíritu del tratante de ganado.

Y en ello estamos…los grandes bufetes, correa de transmisión de sus grandes clientes bancos y cajas, nombrados en www.lagrancorrupcion.com, con hijos, yernos, sobrinos y hasta nietos y nietas de los titulares (las viejas celebridades), una suma de no menos de tres mil colaboradores atendiendo a sabrosos clientes ignorando que les dirige la ruina el mismo que les convirtió en millonarios. En los tres mil no se suman los bufetes subsidiarios trasteando con los clientes de menor enjundia y hasta creando asociaciones de perjudicados, a dirigir y dominar. Desaparece “Fincas Corral” en manos de comprador y administrador ful, Don Piso sigue con campañas publicitarias para vender el resto (los Figueras conocen el paño por viejos en compadreos bancarios), y se multiplican los “compramos pisos, al contado” o el más refinado buzoneo de “soy particular, necesito piso en la zona, y pago al contado”, un escaneado escrito a mano. Los mismos agentes o titulares del recién cerrado chiringuito inmobiliario, entregados al bufete o “altos ejecutivos” de la caja correspondiente, y que al igual que en la gran burbuja de TERRA de los 2000 proveerá pérdidas. Un infernal círculo.

Si en EEUU ya han detenido a 200 grandes ejecutivos por las hipotecas basura, y el FBI visita a diario las entidades financieras responsables, aquí se preparan para salir más ricos de la GRAN CRISIS.

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