MÁS AGRAVIOS COMPARATIVOS
O LA DESAPARICIÓN DE LOS DELITOS Y ACUSADOS
DESDE EL INICIO DE LA INSTRUCCIÓN EN 1994 AL 2007,
JUICIO GRAN TIBIDABO
Rafael del Barco Carreas
Si por el camino en la instrucción del sumario se perdieron DELITOS, más se perdieron POSIBLES AUTORES Y ACUSADOS. Si antes de las denuncias, pactos mafiosos, se excluyó cualquier gran banquero y gran político interviniendo en el abono en el Banco Hispano Americano de los 30.000 millones de pesetas ESTAFADOS, ni se consideró acusar a los SAMARANCH, Abel Matutes, o Elena Roca-Junyent, hija de Miguel Roca-Junyent, consejeros, y en el caso Elena, secretaria de De la Rosa. Sin olvidar los GRANDES EJECUTIVOS DE GRAN TIBIDABO, que enlazan con los políticos del momento, ver www.lagrancorrupcion.com o mejor el libro, editado en 1995, “LES DESVENTURES DE PORT AVENTURA”, de Roger Jiménez Monclús, ex delegado de la Agencia EFE en Cataluña y ex director de LA VANGUARDIA, donde aparecen con todo lujo de detalles los políticos de uno y otro bando, convergentes y socialistas, a sueldo astronómico del EMPRESARIO MODELO. El más significativo de los acusados reales y escritos que desaparece, JUAN PIQUÉ VIDAL, secretario del Consejo de Administración, y pequeña curiosidad, hasta un pasaporte de Javier de un país sudamericano con su fotografía pero nombre falso, hallado en un registro de su despacho, y del que nunca más se ha sabido.
Sin ánimo de excluir a nadie, y ateniéndose al libro citado, cabe resaltar al cuñado de De la Rosa, Alfons Maristany, apoderado de Gran Tibidabo y directivo de la CAIXA en dos de sus bancos en paraísos fiscales. Carles Malfeito, cuñado de Maciá Alavedra, Consellé de Economía de la Generalitat. Por Madrid, Emilio Casinillo, ex comisario de la Expo Sevillana, vicepresidente de Gran Tibidabo, del entorno de José Aureliano Recio, también amigo personal de Felipe González. Y curioso el caso de Vicenç Oller, que trabajara con De la Rosa en el Banco Garriga, y forma parte del primer Gobierno Pujol como Consellé de Industria, volviendo con De la Rosa en Gran Tibidabo.
Si el primer denunciante, CARLOS ODENA, se pasó en elucubraciones no bien fundamentadas, en definitiva el cabreo de una de las víctimas de la banda, encarcelado, y sin demasiadas luces sobre DERECHO, ni siquiera ortográficas y de sintaxis, la segunda, la de los ACCIONISTAS, ignoraba el quid y el cómo de la desaparición del activo de su sociedad. Es normal, si les engañaron en uno de tantos negocios PIRÁMIDE, fácil hacerlo en el barrido de lo invertido, que al parecer era mucho más MORAL Y ÉTICO que lo hecho en la segunda fase tras la intervención por el Estado. En una palabra, dirigidos cargaron contra JAVIER DE LA ROSA, sin más, y convencidos por él y su truppe que cubriría el desaguisado. El señuelo para el gran error, otro engaño. Era hábil entreteniendo y desarmando a sus estafados, su primera expresión, “yo me quedo con el negocio y les pago lo que vale”. Lo hizo con el Banesto en “Tierras de Almería SA”, con los kuwaitíes en TORRAS-KIO, y lo repitió con los miles de sorprendidos inversores. Si estafar es fácil para un habilidoso y profesional, prometer el pago es de “pizarrín y párvulos”.
Viene a cuento y de la misma camada y años, también desaparece del sumario por extorsiones, chantajes y prevaricaciones al alimón con Pascual Estevill, Rafael Jiménez de Parga, al que el SUPREMO obligará procesar. Lo digo porque la misma mano negra es la que sacaba de los sumarios a los SUYOS. Pero lo que más gracia me hace del argumento clave para exonerar a Piqué Vidal es que solo era SECRETARIO DEL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN, un nombramiento estrictamente TÉCNICO Y PROFESIONAL. ¡Como si las bandas de delincuentes fueran al Notario para definir sus lugares en la actividad delictiva!. Pero, y además, uno de los bulos, acusaciones y figuras creadas por esa banda contra mí, el supuesto SECRETARIO de Antonio de la Rosa Vázquez, además de su PERVERTIDOR, y CEREBRO de la operación por la que consiguieron los primeros DIEZ MIL MILLONES de su gran giro durante treinta años, Caso CONSORCIO DE LA ZONA FRANCA.
Entonces me utilizaron de señuelo y blanco, y quizá en Gran Tibidabo a JAVIER DE LA ROSA MARTÍ. Pero con una gran diferencia, yo me pasé tres años preventivo, con no más de SIETE MESES DE INSTRUCCIÓN frente a sus TRECE AÑOS, denegándome todas las pruebas y perdiendo todos los recursos, porque compraron a policías, jueces, prensa y hasta a mi abogado Pascual Estevill… y de la cárcel a juicio, y condenado a esos tres años, y él, de no hallarse inmerso en infinidad de sumarios y condenas, con toda seguridad apenas se pasaría los cuatro meses de 1994.
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